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Agencias

Los mandatarios de la UE se reúnen para discutir sobre la urgencia de implementar reformas económicas


Los dirigentes de los países de la UE celebran este viernes en Budapest una cumbre para discutir sobre la necesidad "urgente" de implementar reformas económicas en el bloque, sobre todo ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Los mandatarios de la UE examinarán un informe elaborado por Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE), que advierte sobre la creciente brecha entre Europa y Estados Unidos.

Las recomendaciones mencionadas en el documento "ya eran urgentes, dada la situación económica en la que estamos. Se han vuelto aún más urgentes después de las elecciones estadounidenses", dijo Draghi al llegar a la cumbre.

Para Draghi, "no hay duda de que la presidencia de Trump marcará una gran diferencia en las relaciones entre Estados Unidos y Europa". "No necesariamente todo en forma negativa", añadió.

Esta cumbre tiene lugar dos días después de que Trump resultara reelecto a la Casa Blanca, en un contexto que abre interrogantes sobre las relaciones transatlánticas.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, señaló que la brecha con Estados Unidos es evidente tan solo con mirar las estadísticas.

"Si hubiéramos tenido el mismo ritmo de crecimiento que Estados Unidos desde principios de siglo, tendríamos 11 millones de empleos más", dijo Metsola.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó por su parte que el informe de Draghi "es una base excelente" para la discusión, ya que incluye "recomendaciones operacionales claras".

- Evitar una "lenta agonía" -

En su informe publicado en septiembre, Draghi advierte que para evitar una "lenta agonía" Europa necesita una inversión adicional de hasta 800.000 millones de euros anuales (más de 850.000 millones de dólares) y cambios políticos drásticos.

Esta idea enfrenta resistencias en países del norte de Europa, que defienden el retorno a la austeridad después de los planes de incentivo para superar la pandemia de coronavirus.

El documento insiste también en la necesidad de una política comercial "pragmática" y alineada con el objetivo de "aumentar el crecimiento y la productividad".

Además de la posibilidad real de tensiones comerciales con Washington, la UE está involucrada en crecientes fricciones con China.

La elección de Trump para un segundo mandato hizo encenderse varias luces de alerta en la UE, no solo por la posibilidad de enfrentarse a dificultades comerciales sino también en materia de seguridad y defensa.

Budapest fue escenario el jueves de la V Cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que tenía formalmente una agenda centrada en migración y economía, pero que, como era previsible, se centró en los efectos de la reelección de Trump.

- Tensión -

Por la noche, los mandatarios de la UE mantuvieron una cena en la que, de acuerdo con fuentes coincidentes, Trump volvió a ocupar el centro de la escena.

Como en la reunión de la CPE, los mandatarios de la UE se esfuerzan por presentar un bloque unido ante los desafíos que representa la elección del candidato republicano, especialmente en materia comercial.

Durante su campaña electoral, Trump calificó a la UE de "mini China" que abusa de sus asociados en busca permanente del superávit comercial.

No obstante, las discusiones durante la reunión de la CPE sugieren que apenas dos días después de las elecciones en Estados Unidos, la unidad europea ya está bajo presión.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, un aliado de Trump, había prometido abrir "varias botellas" de champán en caso de victoria del magnate estadounidense.

El jueves, declaró que celebró con vodka, no con champán, el triunfo de Trump, ya que se encontraba de gira en Kirguistán.

La otra gran cuestión que se abordará en la reunión de este viernes es la grave crisis política en Alemania, a raíz del desplome de la alianza de gobierno de Olaf Scholz.

Scholz, al frente de la primera economía europea, no participó el jueves en la cumbre de la CPE, y llegó a Budapest apenas al inicio de la noche.

Este viernes, el jefe de gobierno alemán tiene por delante la tarea de tranquilizar a sus homólogos, que no desean un foco de inestabilidad en el bloque en un momento crítico.

ahg/meb