La trágica muerte Oliver Reed, el reconocido actor de 'Gladiator' en pleno rodaje de película
Un célebre actor británico perdió la vida en la filmación de 'Gladiator' de un modo dramático. Su carisma y enorme talento lo convirtieron en una figura del cine que hizo historia.
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Oliver Reed, el conocido actor británico, perdió la vida en la filmación de 'Gladiator', pese a los problemas de alcoholismo, su carisma y su enorme talento lo convirtieron en una figura del cine que hizo historia. Ridley Scott, director de Gladiator, lo convocó para participar en un papel que lo hacía reencontrar parte de su estima en el mundo del cine.
Sin embargo, su trágica muerte en un pub maltes, producida como consecuencia de una noche de excesos y desenfreno, dejó un hueco en la historia del cine y entre sus admiradores y seguidores. La vida de Reed cuenta la historia de los peligros del alcoholismo y de lo que acaba produciendo incluso en talentos impresionantes.
Oliver Reed empezó su carrera profesional como figurante en producciones de escasa popularidad. Foto: composición LR/ GettyImages y Universal Pictures
La trayectoria de Reed: de extra a estrella de cine
Oliver Reed empezó su carrera profesional como un extra en producciones de escasa popularidad, aunque pronto destacó por su talento. El primer gran papel que hizo fue en 'La maldición del hombre lobo' en 1961 y a partir de ahí comenzó una carrera que se prolongaría por más de un centenar de películas. En su carrera encontramos títulos tan recomendables como 'Oliver'; 'Los demonios'; 'Las aventuras del barón Münchausen', entre otros.
A pesar de su carrera fulgurante, Oliver Reed luchó para vencer un importante alcoholismo que terminó afectándolo en su carrera profesional; sus excesos pasaron a formar parte de la propia leyenda del actor y su comportamiento errático hizo que muchos productores recelaran a la hora de contratarlo. A pesar de todo, Ridley Scott se decidió a escogerlo en 'Gladiator', donde fue capaz de testar su propio profesionalismo.
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La noche fatal en Malta
El 2 de mayo de 1999, tras un largo día de filmación, Reed decidió visitar un pub irlandés en Malta. Allí, se vio envuelto en una competencia de bebida que resultó fatal. Según testigos, consumió tres botellas de ron jamaicano, ocho botellas de cerveza alemana y varios whiskys dobles antes de sufrir un infarto fulminante.
Un legado fílmico
A pesar de su tragedia mortal, todavía permanece la huella de Oliver Reed en el cinerama, ya que la actuación que completó para 'Gladiator' tiene lugar con la ayuda de técnicas digitales, un doble o incluso todas las citadas técnicas a la vez, y fue recibiendo los elogios de la crítica a lo largo de todo el proceso, lo que le valió una nominación póstuma en los Premios BAFTA.
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La taberna en la que murió Reed, conocida como 'Ollie’s Last Pub', tiene guardada la cuenta de la mala suerte de esa noche fatídica. Su vida y carrera son un recordatorio de las condiciones que pasan muchos artistas, y su legado perdura en la mente de quienes lo han querido.
