Tecnología

¿Por qué jamás debes introducir a tu teléfono una tarjeta microSD que hallaste en la calle?

Colocarle a tu smartphone una tarjeta microSD que encontraste por ahí no es una buena idea. Conoce el riesgo que correrías si lo haces.

Las tarjetas microSD son muy utilizadas por los usuarios de Android. Foto: El androide libre
Las tarjetas microSD son muy utilizadas por los usuarios de Android. Foto: El androide libre

Si bien ahora las compañías que fabrican teléfonos están lanzando equipos que poseen 128 GB o 256 GB de almacenamiento interno con el fin de evitar las tarjetas microSD, todavía existen miles de personas que las usan para guardar archivos de gran tamaño en sus móviles Android. Por ello, no sería extraño que hallaras una de estas memorias abandonada en la calle. En el caso de que sucediera, introducirla a tu celular sería un error enorme. A continuación, te explicaremos por qué.

¿Por qué no debemos utilizar una tarjeta microSD que recogimos en la calle?

Si encontraste una tarjeta microSD tirada en el piso durante una caminata, lo mejor que puedes hacer es no tocarla y dejarla ahí, ya que no conoces su procedencia. Si bien la memoria pudo habérsele caído a una persona en un momento de distracción, también hay la posibilidad de que haya sido abandonada intencionalmente. ¿Para qué?

En la actualidad, muchos ciberdelincuentes dejan este tipo de dispositivo de almacenamiento externo en lugares públicos con la finalidad de que alguien lo recoja y lo introduzca en su teléfono inteligente, sin imaginar que tiene un peligroso virus.

Ahora existen varios malwares que extraen de manera silenciosa los datos de las cuentas de correo y las contraseñas de plataformas bancarias. Deshacerte de estos softwares maliciosos puede resultar complicado si no has realizado una copia de seguridad. En este caso, lo mejor sería contratar un servicio especializado.

Malware y virus: ¿son lo mismo?

El malware es cualquier tipo de software creado para dañar a las PC, mientras que los virus son un tipo de malware que puede reproducirse y propagarse por sí mismo.

La diferencia entre ambos es que, aunque los virus en su totalidad son malwares, no todos los segundos son los primeros.