Apple Silicon: ¿por qué es tan importante que las MacBook abandonen Intel?
Apple puede cambiar su historia nuevamente al presentar este 10 de noviembre sus primeras MacBooks con procesadores propios. ¿Le seguirá el resto de la industria?
Según diversos rumores y el propio anuncio de Apple en junio de este año, este 10 de noviembre, durante su evento One More Thing, Cupertino presentará por fin su primera línea de MacBook con procesadores ARM, creados por ellos mismos. ¿Qué significa este cambio y por qué es tan importante?
Pese a que la tecnología ARM ha logrado notoriedad en los últimos años, su implementación e historia se remonta a varias décadas atrás, pero el hecho de que las MacBook, una de las líneas de portátiles más peculiares e importantes del mercado, las adopten podría significar un punto de inflexión en toda la industria.
En primer lugar, se debe tomar en cuenta el abandono de la arquitectura x86 de Intel. La asociación entre Apple y dicha compañía se hizo en los días de las emblemáticas ponencias de Steve Jobs, en 2006, cuando la manzana tuvo que reconocer que el silicio hecho en Santa Clara era superior al de la PowerPC.
Todo cambió con la llegada del iPhone, que adoptó la arquitectura de ARM, pese a que Intel ofreció un cheque en blanco para que Apple se decida por ellos para la que sería la plataforma base de la explosión del mercado del smartphone y sus innumerables apps.
Ahora, el destino que quizá Intel quería evitar es que se consuma en el mercado que ha dominado por décadas: las PC y las laptops.
Dicha adopción tiene margen de error histórico, sin embargo, uno de los ejemplos claros los ha dado Microsoft. En 2012, los de Redmond lanzaron una línea de hardware llamada Surface con ARM que no triunfó pero sirvió de base para la marca homónima de portátiles y 2 en 1.
Por otra parte, Apple también tiene un largo historial con ARM que se remonta a los años ochenta e incluso al fallido Newton de 1996.
Hoy en día, ARM es la mayor arquitectura usada para todo tipo de dispositivos como tablets, smartphones, consolas de videojuegos y minicomputadoras como la Raspberry Pi.
Por supuesto, en cuanto a potencia, el funcionamiento de los procesadores ARM no iguala a sus pares de Intel y AMD, pero otorga gran autonomía por su bajo consumo y gran versatilidad gracias a su modelo de licencia, aunque esta última podría experimentar cambios si llega a ser adquirida por NVIDIA.