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Tensión en Puno: aimaras que exigen renuncia de Dina Boluarte se enfrentan a FF. AA.

Caos. Una comisaría incendiada. Violencia en Juli deja veintisiete heridos. Ministerios de Defensa e Interior en un comunicado culpan a “extremistas”. Manifestantes exigen retiro de militares por reprimir a paisanos en Lima. Uniformados hicieron disparos. 

Protesta. Pobladores llegados de Puno se movilizan por la avenida Salaverry en Lima para reiterar su exigencia de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Foto: EFE
Protesta. Pobladores llegados de Puno se movilizan por la avenida Salaverry en Lima para reiterar su exigencia de la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Foto: EFE

Puno

La ciudad aimara de Juli, al sur de Puno, fue escenario de un nuevo enfrentamiento entre comuneros y militares del Ejército, en el marco de las protestas que exigen la renuncia de Dina Boluarte. Indignados porque sus paisanos fueron reprimidos en Lima, cientos de aimaras se movilizaron para pedir que los efectivos del Ejército y la Policía se retiren de la zona. Los acusaban de ser responsables de las muertes registradas en Puno y otras regiones. Con arengas, los pobladores señalaban que la presencia de los agentes era una ofensa después de lo sucedido en Juliaca, Ilave y Carabaya.

Al final de la tarde, la comisaría de dicha ciudad fue incendiada luego de que la Policía hiciera disparos contra los comuneros que exigían que se retire del lugar. La Red de Salud de Juli informó que se contabilizaron siete heridos: Julia Mamani Anchapuri (62), Sofía Montura Llanqui (42), Mauro Córdoba Calla (47), Pastor Callacondo Ticona (48), Sabino Fernández (73), J. W. G. C. (13) y Henry Luis Quino Atencio (20). Todos presentaron heridas de bala.

Comunicado conjunto

Por la noche, en un comunicado conjunto, los ministerios de Defensa y del Interior condenaron “enérgicamente el ataque criminal” contra la Comisaría de Juli, “perpetrado por extremistas violentos”.

 Daño. Vándalos quemaron la comisaría de Juli, al sur de Puno. Foto: difusión

Daño. Vándalos quemaron la comisaría de Juli, al sur de Puno. Foto: difusión

En el comunicado se indica que todo empezó a las 11:40 horas, cuando unos “300 violentistas” lanzaron piedras y otros objetos. Según esta versión ministerial, los efectivos repelieron los ataques “utilizando armas no letales”, pero finalmente fueron rebasados en número. Agregan que se registraron diez policías heridos, los que luego fueron evacuados en un helicóptero militar. 

También señalan que, de manera simultánea, atacaron la Base Militar de Juli (que ocupa las instalaciones de un hotel), “dejando heridos a otros diez efectivos del Ejército”. Anuncian que buscan identificar a los responsables de los sucesos.

El hilo de la madeja

Los manifestantes bajaron desde el centro de la ciudad hasta lo que era un hotel de turistas, cerca del lago Titicaca, en cuyo interior se encontraban decenas de militares, quienes, al verse rodeados, hicieron disparos por casi media hora.

“Han reprimido a nuestros paisanos. No queremos que estén acá. Para nosotros es una ofensa. Encima que les dan bono, ahora quieren someternos. Eso no lo vamos a aceptar. Que se vayan. Acá las rondas campesinas son más efectivas. Nunca hemos necesitado de militares. Esos no producen nada. Que se vayan”, aseguró Nilo Colque, dirigente de Juli.

 Juli. Comuneros rodean a militares en la plaza de Armas. Foto: difusión

Juli. Comuneros rodean a militares en la plaza de Armas. Foto: difusión

Al menos 12 militares fueron retenidos por casi una hora en la plaza de Armas. Los uniformados explicaron que ellos tampoco están de acuerdo con militarizar Puno, pero la orden viene del más alto nivel gubernamental. Además, se quejaron del supuesto maltrato de sus superiores por la diferencia en la alimentación y propinas, según narró Colque. Los aimaras los dejaron libres.

Un momento tenso ocurrió cuando un helicóptero lanzó lacrimógenas contra los pobladores. Entre las 12.00 y las 14.30 horas, en Juli se vivió en medio de disparos del Ejército.

“No habrá diálogo”

Los comuneros acordaron que el Ejército y la Policía tenían que retirarse porque representan a un Gobierno que rechazan. “Esto no se va a quedar así. Estamos pidiendo apoyo a todas las comunidades. Se van, no los queremos”, aseguró a La República Marcelina Quispe Toro, de la zona lago de Juli.

Quispe Toro dijo que no habrá diálogo con el Gobierno y que la ayuda anunciada para Puno por Dina Boluarte será rechazada.

 Lima. Manifestantes fueron dispersados con uso de gases. Foto: Gerardo Marín/La República

Lima. Manifestantes fueron dispersados con uso de gases. Foto: Gerardo Marín/La República

Mientras, en Lima, manifestantes de Puno y Madre de Dios intentaron llegar a Miraflores por la avenida Benavides, pero la Policía lo impidió. Otra delegación llegó al parque Kennedy e hizo un plantón. Al poco tiempo, la PNP la desalojó.