Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
La marcha de este fin de semana ha sido una iniciativa valiosa en un contexto nacional tan pasivo como el que estamos viviendo. Pero como tantas movilizaciones, esta de la Generación Z impulsada por Tik Tok, solo ha tenido éxito en atraer una abundante represión policial, en una leve atmósfera de vandalismo político.
La prensa ha etiquetado la marcha como un asunto de jóvenes, lo cual es cierto, pero no termina de contar la historia. La convocatoria fue tan amplia que no llegó a atraer una multitud suficiente para hacerse escuchar en los palacios del poder. Fue una protesta genérica, y de ninguna manera uno de esos estallidos que cambian el juego político.
Desde que se le empezó a ver el fustán a Dina Boluarte una idea muy difundida es que “la calle” enfurecida sería capaz de resolver el problema de un gobierno en su mayor parte deshonesto, ineficiente y cínico. La multitud solucionadora, si acaso existe tal cosa entre nosotros, nunca ha aparecido. Ahora esperamos al candidato solucionador.
Se necesitaría el desplome de los techos de todos los espacios públicos del país para que el gobierno se sintiera aludido. El arma más poderosa de Ejecutivo y Legislativo es la indiferencia, que en este caso es la convicción de que patear hacia adelante es una forma de solucionar sus problemas legales, personales y políticos.
Al mismo tiempo, la concentración física de personas en las calles con fines políticos parece estar en crisis. La protesta nace y va cuajando en las redes (otra vez, Tik Tok) y el salto al asfalto de las ciudades está demostrando ser un zarpazo final, como acabamos de verlo en las revueltas juveniles que cambiaron al gobierno en Katmandú.
Hoy no hay político decidido y con recursos que no use las redes para promover su imagen o sus puntos de vista. Esto incluye a la gente del gobierno, por supuesto, célebres reclutadores de trolls para la guerra sucia. ¿Qué tipo de desenlace puede producir este camino político? Las encuestas nos dan una pista.
Los que mejor ubicados están en las encuestas no son opciones electorales juveniles, o al menos no lo parecen. Como si en el Perú Tik Tok, Instagram y las demás plataformas fueran más bien promotoras de lo convencional. Si esto es así, quizás la calle, medio vacía y todo, merece más confianza que el mouse.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).