Más allá de la guerra: una nueva historia de Perú y Chile, por José Ragas

. El reciente giro en la investigación hacia lo marítimo ha permitido explorar a su vez dinámicas poco conocidas de circulación de mercaderías, personas e ideas.

A veces por desidia, a veces por desconocimiento, hemos reducido el pasado común entre Chile y Perú a tan solo los cuatro o cinco años que duró la Guerra del Pacífico (1879-1883). La guerra fue un evento trascendental, por cierto, que hasta no hace mucho había definido los nacionalismos de nuestros países y determinado que la sospecha y el revanchismo eran los elementos propios de nuestra historia. Nada más falso. El pasado común de ambos países se remonta al periodo prehispánico, y desde entonces hemos tenido altibajos, como corresponde a dos países que comparten más de lo que pensamos.

Por ejemplo, una noticia aparecida hace unos días da cuenta de una excavación que sugiere que las llamas pudieron haber sido domesticadas por los diaguitas del norte semiárido de Chile antes de la presencia inca en dicha zona. Esta, como muchas otras noticias, demuestran que la relación entre Chile y Perú es muy dinámica, tanto como su pasado. De ahí la necesidad de expandir nuestro horizonte fuera de los años de la Guerra del Pacífico para evitar caer en el determinismo que condena nuestros vínculos previos como una antesala inevitable de la guerra, o lo que pasó después a reducirlo a una serie de consecuencias de la misma.

Mas allá de la guerra. Historias de cooperación en el Pacífico peruano-chileno, 1856-1929 (Lima y Santiago, 308 pp.), del historiador y profesor de la Universidad de El Paso, Texas (EEUU), Joshua Savala, ayuda precisamente en esta tarea. Tal como su título lo sugiere, el libro es un esfuerzo por moverse fuera de esa camisa de fuerza en la que parece haberse convertido la Guerra del Pacífico, para ampliar los vínculos de encuentros y desencuentros en el casi medio siglo que siguió al fin del conflicto. Publicado originalmente en inglés, el libro se basa en la tesis doctoral del autor, defendida en la Universidad de Cornell.

El libro es novedoso por varias razones. El foco en el “Pacífico sudamericano” nos lleva a un espacio descuidado en ocasiones y que tiene mucho que enseñarnos. El espacio marítimo compartido, y hoy de competencia por atraer la atención de China a través de los puertos de Chancay y San Antonio, es en realidad mucho más amplio, con conexiones no solo con otros países de América Latina sino también con Asia y Oceanía. El recorrido incesante de buques y botes constituyó también una forma de ejercer soberanía pero a su vez de desconocer las fronteras territoriales para explorar nuevas formas de espacios sostenidos en el agua.

Junto con nuevos espacios como el océano, el libro presenta actores muy heterogéneos, cada uno de ellos consolidando los vínculos entre ambos países a la vez que transformándolos. Observamos el rol que cumplen desde marineros hasta pescadores, pasando por científicos, médicos y policías en las nuevas formas de cooperación que aparecieron mientras las autoridades nacionales buscaban resolver los asuntos pendientes. Los anarquistas, promotores entusiastas de vínculos de clase antes que de disputas nacionales (y nacionalistas), cumplieron un rol central dentro de la creación de conexiones entre trabajadores y proletarios chilenos y peruanos.

Es una vuelta de tuerca a dejar de pensar en la historia internacional a partir solo de los diplomáticos o los políticos, una visión ya agotada a estas alturas. En lugar de eso, asistimos a un espacio marítimo dinámico que está constantemente reinventándose. Ha sido un acierto del autor mover el análisis de la postguerra desde la disputa territorial hacia el océano y los diversos grupos que lo recorren. El reciente giro en la investigación hacia lo marítimo ha permitido explorar a su vez dinámicas poco conocidas de circulación de mercaderías, personas e ideas. No está de más señalar que estudiar lo marítimo nos obliga a repensar en lo artificialmente frágiles que son las fronteras territoriales, pero a su vez la capacidad que tienen para movilizar recursos y personas para defenderlas cuando es necesario.

Por supuesto, estudiar la historia de Perú y Chile desde la cooperación no niega la existencia de fricciones, menos aún en este periodo. Las décadas que siguieron al fin de la ocupación chilena generaron desconfianza y recelo hacia el país del sur, más aún con el tema sin resolver de las provincias cautivas. Los conflictos y las tensiones fueron parte importante de la relación entre ambos países, incluso mucho antes de la Guerra del Pacífico. La guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (poco después de las Guerras de Independencia) y la permanente rivalidad Callao-Valparaíso fueron dos hitos que marcaron los territorios, pero donde los contactos nunca se detuvieron, como bien lo demuestra Savala.

Esta semana, el libro se presentará en Santiago de Chile y en Arica, dos ciudades importantes en los vínculos históricos entre nuestros países. Ojalá pueda ser presentado también en Lima, y genere una serie de conversaciones necesarias entre investigadores y el público. Este libro se suma a los actuales esfuerzos por presentar nuevas formas de análisis entre dos países que probablemente han tenido los vínculos más cercanos y tensos de América Latina. Falta aún mucho por conocer acerca de estos caminos en común, pero trabajos como los que vienen desarrollando en torno a la dinámica Callao-Valparaíso, los exiliados chilenos del siglo XIX y sus contrapartes peruanas del APRA décadas después (entre muchos otros temas) confirman que hay campo aún por estudiar.

La publicación simultánea del libro en Lima y Santiago, que va a permitir que un mayor número de lectores pueda tenerlo a su alcance, es a su vez reflejo de la cooperación entre ambos países: la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile. Ahora que Chile y Perú atraviesan por uno de sus mejores periodos, con intercambios fluidos y acercamientos, Más allá de la guerra es una invitación a revisitar nuestra trayectoria común, como una forma de conocernos mejor y de que continuemos estableciendo de manera efectiva más espacios y proyectos de cooperación.

José Ragas

Pasado vivo

Historiador. Radica en Santiago de Chile, donde enseña en la Universidad Católica de Chile. Es especialista en temas de ciencia y tecnología. Su libro más reciente es Los años de Fujimori (1990-2000), publicado por el IEP.