Profesor Principal y coordinador del Grupo de Investigación sobre Política Exterior Peruana de la PUCP. Doctor en Ciencia Política y...
En los últimos años, hemos visto como la prerrogativa constitucional del presidente de la República de dirigir la política exterior se ha visto limitada. Durante el gobierno del ex presidente Pedro Castillo, por primera vez el Congreso peruano rechazó el viaje de un jefe de Estado al exterior. Representar al país en el extranjero resulta fundamental para los intereses del Perú, pero parece que el Congreso no lo entiende así.
La atribución que tiene el Congreso para autorizar la salida del presidente del país ha servido en la práctica, como una herramienta política del Legislativo sobre el Ejecutivo. No obstante, este permiso no debería utilizarse de manera arbitraria, pues afecta directamente la política exterior del país. Y si bien, en alguna ocasión esta decisión pudo haber sido justificada, en otras ocasiones simplemente reflejó el uso abusivo del poder. Argüir “peligro de fuga” o simplemente “que nos va a hacer quedar mal” no son motivos suficientes.
A diferencia de lo que sucede en Perú, en otros países de la región la figura es distinta. En Panamá y Chile se necesita el permiso del Congreso si el presidente se va a ausentar más de 30 días. En Brasil cuando se trata de más de 15 días, mientras que en Venezuela y Paraguay se reduce a 5 días, y en Uruguay a solo 2 días. Exceptuando los casos de Colombia y Ecuador, que solo debe darse aviso al Congreso, en gran parte de América Latina existe un margen para que el presidente pueda decidir ausentarse del país sin autorización, dentro de límites racionales.
Tratándose del reciente viaje de Boluarte al Vaticano, resulta extraño que hace un mes el Congreso no autorizó a la presidenta asistir al funeral del papa Francisco debido a la situación de inseguridad que vive el país, sin embargo, poco tiempo después, el mismo Congreso permite que Boluarte pueda viajar al Vaticano para la entronización del papa León XIV.
En principio no estoy de acuerdo que el Congreso niegue salir del país al presidente, salvo causa debidamente demostrada. No obstante, también es cierto que el gobierno contribuye con el problema, pues en una coyuntura tan difícil para el país, que la presidenta viaje al Vaticano no resulta imprescindible. Más allá del tema protocolar, no parece existir una agenda de interés para el Perú. Todo muy arbitrario e irresponsable.

Profesor Principal y coordinador del Grupo de Investigación sobre Política Exterior Peruana de la PUCP. Doctor en Ciencia Política y Gobierno por la PUCP y Magíster en Relaciones Internacionales por la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia). Cuenta con estudios de postgrado en Seguridad Internacional por la Universidad de Delaware (Estados Unidos). Sus últimos libros han sido “Perú, Bolivia y Chile en el siglo XXI. Hacia un enfoque trinacional de política exterior” (2023) y "La guerra en Ucrania. Consideraciones políticas, económicas e históricas en un orden internacional en transición” (2024).