En medio del trajín de la cuadragésima sesión anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, celebrada en el distrito de San Isidro, en Lima, el secretario ejecutivo José Manuel Salazar Xirinachs hizo un alto a su apretada agenda y conversó en exclusiva para La República sobre las novedades de este nuevo documento y cómo fluyen los acuerdos multilaterales para plantear rutas comunes que mejoren el desarrollo en nuestra región.
En el documento principal usted hacía una descripción sobre los principales retos que hoy por hoy se dan en el desarrollo, ¿qué debe entender el ciudadano por desarrollo?
Bueno, mire, el desarrollo es un término que tiene una larguísima historia pero que, si realmente nos remontamos hacia atrás, adquiere un sentido muy especial después de la Revolución Industrial. O sea, estamos hablando de 200 años. Si uno ve los 5 mil, 4 mil años antes de la humanidad, el desarrollo tecnológico había sido muy lento. La humanidad básicamente era agrícola, con tecnologías muy básicas. A partir de la gran aceleración de la Revolución Industrial y, por supuesto, tenemos otras aceleraciones más recientes, viene una realización por parte de la humanidad, de que es posible aumentar los niveles de vida, el bienestar, la educación, ya sea por no solo poder comer mejor y tener una buena nutrición, lo absolutamente fundamental, sino viajar, hacer ejercicio, deporte, en fin, tener un estilo de vida agradable que además potencia las capacidades humanas. Entonces, el desarrollo es la posibilidad de que un país pueda acelerar (estas mejoras) para todas las personas, y este es un elemento fundamental, porque no es solo se piensa para una elite o para unos pocos. La idea es que haya una igualdad de oportunidades y una igualdad de acceso a educación, a salud, a nutrición y a una vida digna y buena.
La tecnología ha acelerado las dinámicas humanas y las ha complejizado
Por supuesto. Con esta aceleración -y la promesa de la tecnología- es que dependiendo de las políticas que los países pongan en su lugar, las políticas económicas, sociales, etc., será una promesa que esté al alcance de la mano, pero con una gran palabra por delante, que es (que esto solo será posible) dependiendo de las políticas y de cómo se organice la sociedad.
Uno de los objetivos de esta sesión de la CEPAL es buscar consensos hacia una ruta de desarrollo en común en la región. Hoy por hoy, el auge de radicalismos hace ver que, justamente, la idea de consenso no sería una gran posibilidad. ¿Cuál es su pronóstico sobre este objetivo?
Mire, en realidad, más importante que el consenso es la palabra procesos. El título del documento es América Latina frente a las trampas del desarrollo, transformaciones indispensables y cómo gestionarlas. Entonces, allí lo que estamos proponiendo es una invitación, como hemos dicho, a repensar los retos del desarrollo y, por supuesto, a reimaginar y a transformar (nuestras economías). Sin embargo, lo más importante y la gran pregunta que planteamos no es solo el qué hacer, sino el cómo hacerlo.
¿Cómo reducir desigualdad y aumentar movilidad social entonces?
Y cómo avanzar hacia un desarrollo ambientalmente más sostenible y combatir el cambio climático. y cómo financiar todo eso, más otras cosas que requieren financiarse. El consenso es muy difícil, pero sí es importante acuerdos mínimos en las sociedades. En la CEPAL tenemos una gran confianza en la capacidad de los procesos de diálogo y de los espacios de diálogo social, (por lo que) ponemos un gran énfasis en el tema de la perspectiva, de pensar el futuro.
Que no se plantea muy esperanzador que digamos…
Como decimos en el reporte, pensamos en los escenarios futuros, en que hay algunos muy positivos, pero también pueden ocurrir otros muy distópicos. Que, si las sociedades no hacen las tareas pertinentes, podemos sufrir de escenarios de excesiva desigualdad, de excesiva polarización, de violencia, de frustración, y hasta de pérdida de la democracia. Y eso, no son, inventos.
En medio del proceso en curso parece que no hay una tendencia a lograr acuerdos…
Es por eso por lo que el énfasis es que, si se colocan los procesos adecuados, los espacios de diálogo social para pensar el futuro son posibles. Si tenemos el optimismo de que las sociedades pueden llegar a tener procesos que vayan ampliando las áreas de acuerdo y vayan convirtiendo los círculos viciosos del subdesarrollo en círculos virtuosos de desarrollo, (se pueden lograrlos).
Usted ha mencionado la importancia de observar los procesos para construir las rutas hacia el desarrollo. En el mismo documento, se problematiza, además de los avances tecnológicos, en las diversas dinámicas geoeconómicas y geopolíticas actuales. En el caso del sur latinoamericano, ¿cómo observa esas dinámicas?
Bueno, de hecho, el reporte que presentamos comienza caracterizando cómo vemos la globalización, los cambios geoeconómicos, los cambios geopolíticos, es decir, el cuadro grande. La CEPAL ha tenido la tradición de pensar a la economía mundial (a partir) de la lectura de cómo afectan el cambio tecnológico, el climático, el geopolítico, extraer lecciones o reflexionar sobre qué implicaba para las estrategias de desarrollo (…) El mundo ahora es un mundo muy cambiado, no es más el mundo de la Guerra Fría, ni tampoco es el momento unipolar de los años 90 y primera década de 2000. Es un momento multipolar, aunque no termina de definirse cuáles son los polos.
China y Estados Unidos, por ejemplo
Claramente sabemos que China es un gran polo emergente, Asia en general. Europa lo sigue siendo y, por supuesto, Estados Unidos. Es ahí donde podemos hablar -incluso- de las tres grandes fábricas del mundo. Sin embargo, actualmente no se trata solo un tema de fábricas, sino de que hay una rivalidad tecnológica, una rivalidad industrial, una rivalidad desafortunadamente también militar.
Se han agudizado los conflictos… ¿cómo planear algo con este panorama?
Las preguntas que planteamos luego de describir estas realidades en materia de comercio, de bienes y servicios, es la pregunta de cómo América Latina puede navegar estas complejidades. Desde CEPAL planteamos más las preguntas que las respuestas, aunque sí damos una orientación en el sentido de que lo importante es reflexionar qué es lo que maximiza el desarrollo de las oportunidades. A pesar de este mundo complejo, vemos que hay enormes oportunidades.
¿A cuáles se refiere?
Bueno, el cambio climático, el avance hacia el desarrollo sostenible… hay toda una tendencia mundial para avanzar hacia las energías renovables, para avanzar hacia la electromovilidad. Bueno, pues, resulta que América Latina -varios países, no todos- tienen reservas enormes, a nivel mundial, de los 12 o 14 minerales estratégicos para hacer las baterías y para alimentar la revolución de la electromovilidad.
¿Hablamos de litio?
Hablamos de litio, hablamos de manganeso, de zinc, de cobre también, en fin, hay una lista de unos 12 o 14 minerales estratégicos, tierras raras, etc. Bueno, ahí hay una enorme oportunidad, que de hecho ya se está viendo, que hay países que están aprovechando, pero en realidad el aprovechamiento está por delante, está por venir, porque estamos en las primeras etapas de la transición hacia la electromovilidad en el mundo, no solo en la región.
¿Y en impacto en los recursos no renovables?
Otro ejemplo, es todo el tema de la biodiversidad. Tenemos los bosques más grandes del mundo, la Amazonía, que muchos países comparten. Hay una biodiversidad, y eso tiene oportunidades para ciencias de la vida, para la industria farmacéutica, para la conservación, para el turismo. Es decir, hay enormes ventajas competitivas que estamos mostrando en esta edición.
América Latina enfrenta el grave problema del hambre. ¿Cómo están abordando este flagelo?
Tenemos también zonas agrícolas, tierras fértiles, para toda la seguridad alimentaria del mundo y de la misma región. Y así hacemos un listado también de oportunidades como con la economía circular, que propone todo un nuevo paradigma para repensar la producción alimentaria. De manera que, a pesar de que es un reporte que tiene en algunos gráficos y algunas estadísticas muy preocupantes, pues son tendencias reales, o en términos de pobreza, o en términos de informalidad, o en términos de lo que llamamos la trampa de bajo capacidad para crecer, también señalamos áreas de enorme oportunidad, donde hay cosas que están pasando que son positivas. Si nos ponemos de acuerdo y si vemos y pensamos con claridad, podríamos traer muchísimo más beneficio, mucho más bienestar y crear empleo de calidad para los 600 y más millones de habitantes de la región.
Desde la fundación de CEPAL hasta este momento, 2024, ha habido diversos procesos económicos que han involucrado la inclusión de las mismas periferias, usando categorías usadas por Raúl Prébisch. Sin embargo, lo que hemos visto en los últimos años, y hablo particularmente del caso peruano, es que los niveles de, por ejemplo, pobreza monetaria, que en los últimos 10 años parecían haberse reducido, hoy están regresionando, asemejando una tendencia a la involución. ¿Cómo debería pensarse el Estado ante este enorme desafío?
Vemos a una región sumida en tres trampas del desarrollo, y una que es muy importante es una trampa de baja capacidad para crecer. En los últimos 70 años, la capacidad para crecer ha venido disminuyendo, en los 30 años, del 50 al 80, se creció a 5.5% en promedio, en los siguientes 30 años a 2.7, la mitad, y en los últimos 15 años a 1.6. Y si vemos lo que hemos crecido desde el 2014 hasta ahora, 0.9 nada más, podemos estar seguros de que efectivamente enfrentamos un problema de largo plazo de baja capacidad para crecer. Ahora, ¿cuál es el problema? No es que el crecimiento lo sea todo, pero es muy, muy importante porque con tasas de crecimiento tan bajas hay un problema seriecísimo, porque es muy difícil bajar pobreza, crear empleo de calidad, reducir informalidad, y también tener los ingresos tributarios para financiar inversiones, financiar las políticas sociales. Por eso es que insistimos que es importantísimo atacar y hacer las cosas que se deben hacer para tener tasas de crecimiento más alto, y en realidad esas cosas son finalmente las políticas transformacionales que recomendamos para aprovechar las oportunidades que existen.
La otra gran trampa es la desigualdad
Detrás de una tasa baja de crecimiento no hay transformaciones, no hay crecimiento de empleo, el mercado laboral es muy poco dinámico, y eso genera la trampa que mencionas, que es la de alta desigualdad, la de baja movilidad social, y volvemos a algunos de los mismos temas, las dos escaleras o mecanismos de movilidad social más importantes son un mercado de trabajo dinámico y un sistema educativo y de formación profesional de buena calidad, donde haya una tasa de escolaridad alta, pero que además los niños y los jóvenes aprendan, es decir, la calidad del aprendizaje. Según los resultados en las pruebas PISA, vemos que América Latina sale muy mal, y no solo sale muy mal, sino que ha venido saliendo cada año peor.
En el Perú, caso evidente, tras las contrarreformas educativas emprendidas por los congresos y sucesivos gobiernos desde el 2016
El sistema educativo es absolutamente central (para superar la trampa al desarrollo de la desigualdad). En nuestro reporte estamos con ese énfasis de que hay que actuar, ya que también tiene que ver con la tercera trampa, que es la de bajas capacidades institucionales y de gobernanza poco efectiva. Es fundamental que suban la calidad de las capacidades de las instituciones técnicas, operativas, políticas y prospectivas, porque solo donde se tienen instituciones de calidad que sean capaces de mantener políticas buenas durante varios gobiernos, se mejorará la calidad de vida de las personas y propiciarán el desarrollo.
La polarización política impide tener una visión de país y trabajar coordinadamente para lograrla
No se trata de un gobierno. Ningún gobierno por sí solo va a poder resolver todos estos problemas, porque estos son siempre temas de largo plazo. Pensemos en el tema educativo, pensemos en los indicadores de salud, pensemos en la transformación productiva. Lo único que se mueve en el corto plazo son las tasas de interés o el tipo de cambio, o los precios, pero todas las cosas fundamentales de la economía real, la producción, los sectores, la acumulación de capacidades educativas en la gente, lo que cuesta aprender, lo que cuesta terminar una secundaria, sacar la universidad, sacar un doctorado, una maestría, todas esas cosas toman tiempo, y si vamos a tener las instituciones que dan a la gente la oportunidad, son cosas que toman varios gobiernos, y por eso es que es clave el tema de las políticas de Estado, y que la conversación sea de largo plazo, y pensar en esos escenarios. Esa es la invitación que tenemos en este documento de CEPAL.
Si pudiera dirigirse a quienes plantean o buscan tener un rango de liderazgo político como buscar la próxima presidencia de nuestro país, o tener un curul en el siguiente parlamento bicameral, desde su opinión más objetiva, ¿qué les recomendaría como prioridad para justamente empezar a mover la rueda que apunte a mejorar el desarrollo, para todos?
Mira, esa pregunta es de las más difíciles que puede uno recibir porque, por un lado, está un documento de casi 300 páginas, con estas brechas y con estas situaciones, y creo que la conversación, digamos, las luces sobre lo que hay que hacer, están por allí, están los documentos, están las recomendaciones muy claras, hay lineamientos y demás. Pero el tema complejo, es ese de cómo hacerlo, y cómo hacerlo en cada país, y cómo son las instituciones, qué calidad de instituciones encuentras, de manera que no hay varitas mágicas, por eso es por lo que es difícil la pregunta de respondérsela. Ningún país está destinado a desarrollarse, es más, si no se hacen las cosas bien, se puede caminar hacia atrás, como el cangrejo, ¿no?
Como el Perú
Bueno, bueno, ustedes tienen los datos, y ustedes, los ciudadanos, juzgarán en qué áreas Perú está caminando hacia adelante o está caminando hacia atrás, pero, mire, lo que pienso es que es importantísima la gobernanza democrática, la separación de poderes, que el legislativo haga lo que debe hacer el legislativo, que el ejecutivo ejecute y tenga capacidad de ejecución, y ahí entramos al tema de las capacidades, y, por supuesto, poderes judiciales que hagan y juzguen. Es muy importante el Estado de Derecho, el respeto a las leyes.
Hay una tendencia internacional de contrarreformas y desconocimiento de las reglas, el derecho internacional y las normas internas
Desgraciadamente, y esto no es un comentario solo sobre Perú ya que toda América Latina ha sufrido, en general, y en el mundo, un deterioro de los partidos políticos, de las agrupaciones. Al final de cuentas, son las coaliciones de ciudadanos, son los ciudadanos los que pueden salir adelante. Y eso es lo que es importante, que haya grupos de ciudadanos con buenas intenciones, con honestidad, que estén dispuestos a trabajar por el país y a mejorar y fortalecer la institucionalidad. Al final de cuentas, es como le digo, no hay una varita mágica ni hay soluciones fáciles. Son realidades complejas, además con una economía mundial que no está en su mejor momento, está creciendo lentamente. En el comercio están estas rivalidades que hablamos, geopolíticas, pero también hay muchas oportunidades, y Perú es un país con enormes recursos, no solo de subsuelo. Me refiero a lo más importante en el día de hoy que son los recursos y las capacidades humanos, y la capacidad de incorporar tecnología, de invertir en educación y de trabajar por un bienestar colectivo común mucho mejor.
En el documento se propone como una ruta la inversión extranjera directa. Nuestra historia económica indica que no ha sido provechosa para nuestras economías. Se habla del valor retorno que es el dinero y los recursos que se crean y se quedan en cada país. ¿Cómo usted ve el manejo de esos valores de retorno de cara a las próximas dinámicas comerciales que se dan a partir, por ejemplo, en el Perú, con el puerto de Chancay?
Bueno, para arrancar por ese ejemplo último, el puerto de Chancay, sin duda, es una infraestructura enorme, con unas oportunidades muy grandes para el comercio, para la logística, no solo del comercio peruano, sino de una relevancia tan grande que incluso para el vecino gigante del Brasil, de muchísimo interés. Para eso hay que tener las carreteras para llegar allí, y por supuesto, para hacer un comercio con China, porque es una de las formas más directas de llegar, no solo a China, sino en general a Asia. Entonces, ahí hay un activo y esa observación es parte del proceso de desarrollo, poner en valor los recursos que un país tiene. Se trata de poner en valor la biodiversidad, de poner en valor la localización geográfica. Pero, tal vez, lo más importante que hay que poner en valor para un país es su población, su gente, y volvemos al tema de la educación y de la capacitación profesional. Si uno ve en este mundo de revolución tecnológica al final de cuentas, ¿qué es lo que las empresas multinacionales de cualquier origen buscan más? Es la calidad de los recursos humanos para producir las cosas sofisticadas que la tecnología está permitiendo producir al mundo para nuestra salud, para nuestro consumo, los aparatos electrónicos, la revolución digital. Entonces, nunca antes en el mundo ha sido tan importante el tema educativo y la formación profesional, porque imagínense que hay un paradigma nuevo de producción.
¿De cual se trata?
Ahora, todo lo que producimos, la forma cómo nos comunicamos, todo paso pasa por temas de la revolución digital, de la revolución biológica también. De manera que, si hay una carrera en el mundo, es una carrera por invertir en educación, en recursos humanos, capacitación, y los países que tengan poblaciones con esas capacidades van a ser verdaderos magnetos, verdaderos imanes para no solo la inversión extranjera directa, sino para la misma inversión nacional, para no hablar de los start-ups y los emprendimientos que los mismos jóvenes y los no tan jóvenes, los que tengan las buenas ideas del mismo país puedan desarrollar.
¿Cuál debería ser el rol de las empresas de cara a los retos que usted ha mencionado?
Mire, el sector empresarial a final de cuentas y el mercado, tiene un papel muy muy importante que jugar, ¿no? Las empresas son las creadoras de riquezas, son las que están en los diferentes nichos económicos y demás. Sin embargo, y esto lo decimos muy claramente en el documento y siempre ha sido el pensamiento de la CEPAL, aunque han habido discusiones que, a veces, son muy ideológicas, sobre el papel del Estado y el mercado. Solo el sector privado y el mercado es muy difícil, por no decir imposible, que saquen adelante un país. Si uno ve las experiencias, y más ahora, en este mundo que tiene varias aceleraciones, la aceleración tecnológica y demás, se requiere una inteligencia no artificial, una inteligencia humana que dialogue, que prevea el futuro, que sepa reaccionar, que tenga esta gobernanza que llamamos gobernanza anticipatoria, de pensar en el largo plazo. Todo eso es una función pública, es el Estado. Sí debe haber una organización colectiva que piense estos temas, por lo que volvemos al tema de la institucionalidad. Cuando hablamos del Estado es, por ejemplo, en el tema de la educación, bueno, ¿qué es lo que debe estar haciendo el Ministerio de Educación? Tener la capacidad de estar previendo las tendencias, analizando, evaluando los resultados del aprendizaje. Cuando hablamos de la salud, lo mismo. Cuando hablamos de la producción, se debe estar invirtiendo en sectores estratégicos, hay iniciativas clúster, ¿cómo se está dialogando con el sector empresarial? ¿Cómo se está dialogando con las universidades? Y con las universidades no estoy diciendo necesariamente con los rectores de las universidades, sino con los laboratorios, con las facultades. ¿Se están invirtiendo en las capacidades matemáticas, científicas? Si uno ve Europa, los países están todos tratando de aprovechar sus mejores inteligencias para aplicarlas a las políticas públicas. O sea, la capacidad de pensar y orientar no sólo para hacer planes, sino para ejecutar, hacer caminar esos planes y ejecutar.
Politólogo ejerciendo periodismo, con especialidad en política comparada y periodismo de soluciones. Miembro del Comité Periodístico Central de La República. Director y Editor General de Perú Legal, portal digital que busca cerrar brechas de información legal en la ciudadanía de a pie. Editor y Redactor en las secciones de Política, Mundo y Judiciales en La República. Investigador en Digital Politics. Predocente universitario en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Esforzado cotidiano por discutir asuntos complejos, buscar interpretarlos orientando a las soluciones y tomar decisiones basado en la evidencia sobre cualquier ideología.