Tras 100 días de silencio, la Sra. Boluarte dio una ‘conferencia de prensa’ desde Palacio de Gobierno. Agresiva, altanera y prepotente frente a los periodistas, la presidenta del Perú evadió y evitó responder a casi todas las preguntas de la prensa, limitándose a ensayar una defensa y elogio a los “logros” de su gobierno. Lo más significativo fue su reivindicación, como logro de su gestión, de la revisión al alza del crecimiento de la economía a un 3% del PBI.
Cómo habrá cambiado para mal la economía del Perú, que crecer a la misma tasa que la población en edad de trabajar es motivo de orgullo; peor aún, si lo vemos en términos ‘per cápita’, donde esa cifra no alcanza para mejorar nada. Además, este crecimiento se explica fundamentalmente por la mejora en los precios de los metales, como el cobre a 4,3 dólares la libra y el oro a 2.700 dólares la onza (precios pocas veces vistos en nuestra historia), y no por mejoras significativas en la producción o en la productividad. Esto contrasta con otras épocas de precios altos de los metales, que sirvieron como base para un desempeño superlativo de nuestra economía.
La verdad es que los “logros” de la gestión de la señora Boluarte y de los partidos políticos que la sostienen desde el Congreso se resumen en: un tercio de la población en situación de pobreza o pobreza extrema, un tercio de la población al borde de la línea de pobreza (19 años de retroceso en la lucha contra la pobreza), un 50% de niños menores de tres años con anemia, un 50% de los niños menores de 10 años con desnutrición crónica, un déficit fiscal del 4% del PBI, incumplimientos recurrentes de la meta fiscal y un estancamiento absoluto de la inversión privada.
Llamó la atención la imagen de una “rejuvenecida” mandataria, lo que contrasta con lo marchito, acabado y envejecido de su gobierno, en una especie de versión política de El retrato de Dorian Gray.
Economista por la Universidad de Lima. Ex Gerente de Campo de Cofopri y ex Jefe de la Dirección de Coordinación Territorial de la Defensoria del Pueblo. Actualmente, es Gerente General de un conglomerado inmobiliario dedicado al saneamiento, gestión de tierras y habilitación urbana. Es presidente del Partido Político Libertad Popular.