¿Qué es un proyecto nacional?, por Alfonso López-Chau

Más importante que la ley escrita son aquellas que no lo están. Es un sistema de valores compartido. 

Para fortalecernos y afirmarnos como nación requerimos de un camino, y ese camino pasa por la construcción de un proyecto nacional que nos cobije a todos y que no se circunscriba a la elaboración de un grupo de técnicos e intelectuales, aunque los técnicos e intelectuales tengan la obligación de participar en él.

El proyecto nacional es, en consecuencia, una visión, un sistema de valores compartidos. Una realidad geográfica es la suma de Estado, economía y sociedad, pero lo que da sentido a esa realidad, lo más importante, es lo que está en centro o lo que sostiene al triángulo: es el sistema de valores compartidos.

Un proyecto nacional no es, por lo tanto, un programa, aunque todo proyecto nacional requiere de un programa; no es la meta de determinados objetivos económicos, aunque todo proyecto nacional demanda objetivos económicos; no es un modelo de política económica, aunque debe tener un modelo de política económica; no es una alianza ni un frente de partidos, aunque coexiste mejor con un régimen plural de partidos. Al ser una visión y un sistema de valores compartidos, más importante que la ley escrita es la ley no escrita. Cuando una nación está sólidamente unida por un sistema de valores compartidos, la ley escrita se vuelve fruto del consenso, se la respeta porque es parte de la cultura.

El que esté escrita es bueno, pero cuando está inscrita en el alma de los seres humanos se convierte en trámite, en algo que se lee para recordar, para legar y para convencernos de que, con el tiempo, tenemos la obligación de mejorar.

Ciudadanos fuertes generan sociedades fuertes; ciudadanos y sociedades fuertes generan partidos políticos fuertes; ciudadanos, sociedades y partidos políticos fuertes generan economías fuertes; ciudadanos, sociedades, partidos políticos y economías fuertes generan Estados fuertes; ciudadanos, sociedades, partidos políticos, economías y Estados fuertes generan naciones democráticas y republicanas fuertes.