Libro y autor, casi secretos, por Mirko Lauer

Este título de resonancias cubistas es uno de los pocos casos exitosos de coincidencias formales con César Vallejo, a apenas dos años de distancia de Trilce, aunque no es en lo único en que coincidieron.

Su centenario ha pasado inadvertido hasta ahora, pero El perfil de frente, de Juan Luis Velásquez, es uno de los libros fantásticos de la vanguardia peruana. Desde 1924 la obra ha pasado casi toda la vida inédita, a pesar de su breve volumen. Su aparición completa en Nueve libros vanguardistas (Lima, El Virrey, 2001) le dio un breve respiro, pero sigue esperando otra reedición. El segundo semestre que viene sería un muy buen momento.

Este título de resonancias cubistas es uno de los pocos casos exitosos de coincidencias formales con César Vallejo, a apenas dos años de distancia de Trilce. No es lo único en que coincidieron. Ambos conocieron la cárcel; Velásquez, nacido en Ayabaca, viajó a París en 1927, y entre ese año y 1935 fue miembro de los partidos comunistas francés y español.

En 1933 fue secretario general del Socorro Rojo Español. Fue deportado de Francia con su amigo Vallejo, y luego a México en 1936. En México entra a la Cuarta Internacional y comienza una larga militancia trotskista. Toda esa trashumancia forzada está quizás en los primeros dos versos de su libro: “A mi Alma pirata no le firman / los despachos en los puertos”.

El poeta ya venía siendo desconsiderado por críticos y antólogos, a pesar de haber producido un poemario vanguardista de primer orden, que además constituye una aproximación original a los avances científicos de comienzos de siglo. Velásquez siguió viviendo en México hasta 1970, y dejó en Perú una descendencia de ilustres literatos.

¿Por qué la indiferencia frente al libro? Hay que pensar en la fuerza de la línea divisoria histórica de 1930-1932, años que son un equivalente peruano a la derrota de la República Española en 1938. Desde la caída de Augusto Leguía el país quedó varado en por lo menos 16 años de hegemonía oscurantista en el pensamiento, la política y las artes.

Luis Alberto Sánchez lo llamó “un libro que apareció a tiempo, y fue absolutamente intempestivo”. Aurelio Miró Quesada apunta a una fuerte influencia de Juan Ramón Jiménez. Este texto es, como el de Carlos Oquendo de Amat, parte de algo que es frecuente en la vanguardia: el libro único de un autor, en el que intervienen radicalismo, concentración, exclusión.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).