Opinión

Caviar, caviar, caviar, caviar, caviar, caviar, por Augusto Álvarez Rodrich

Ingeniosas frases para la histeria política peruana.

AAR
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El trasfondo es la desesperación caviar por no perder poder, como células cancerosas, se ubican en las ubres para sacar beneficios. Ernesto Blume.

Blume desenmascara el juego caviar. José Barba Caballero.

El mayor éxito político de los caviares, derrocado el fujimorismo, fue la captura del estado a partir del ministerio público a través del cual pueden perseguir, amedrentar, procesar y encarcelar a cuanto enemigo político se les presente. Vladimir Cerrón.

Era de prever que la casta caviar, al perder el control sobre el sistema de justicia, no se quedaría de brazos cruzados y contraatacaría. Patricia Chirinos.

Quieren sacar a la señora Benavides para que vuelva la misma mafia que hacía lo mismo con Vizcarra. Lo que quieren es que la caviarada vuelva a la fiscalía. Alejandro Cavero.

La caviarada, auténtica organización criminal, se ha lanzado para recuperar el poder del ministerio público a como dé lugar, tal como lo hizo con Chávarry, la mafia pitucaviar no quiere soltar las riendas del poder oculto. Mauricio Mulder.

En este caos ganan lo caviares, que están aplicando la misma plantilla que usaron para tumbarse a Chávarry. Hay que rechazar con toda firmeza esta inmunda maniobra y defender la institucionalidad y a Benavides que, con sus errores, está impidiendo que los caviares retomen el poder en la fiscalía. Fernando Rospigliosi.

La denuncia contra Benavides es un contragolpe caviar. Juan Sheput.

¿Organización criminal o conspiración caviar? Alejandro Muñante sobre la investigación a Benavides.

Está claro que los caviares quieren volver a tomar la fiscalía de la nación. Ricardo Vásquez Kunze.

Ya me estoy empezando a aburrir de la palabrita caviar. Beto Ortiz.

¿Caviar? No, yo prefiero decir nuevos comunistas. José Cueto.

Una enfermiza búsqueda de caviares hasta bajo las sombras, creen escondidos a esos individuos que nadie es capaz de definir, salvo para machacar que su peligrosidad radica en que piensan de manera autónoma y distinta a quien, por cierto, es incapaz de pensar y prefiere las consignas y el insulto a la razón y las ideas. Rector de la PUCP Carlos Garatea Grau.