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Los plaguicidas, nuestro nuevo condimento, por Juan Carlos Soto

“De 103 muestras, 44% de verduras tienen insecticidas que superan los límites máximos permisibles”.

Hace décadas está instalada la idea de que solo las minas contaminan en el Perú. Esa corriente obedece a los pasivos ambientales que dejaron varias transnacionales; con la legislación de los 90, deben respetar ciertos estándares. Pese a estos avances, “la narrativa” persiste y, ante la dicotomía “agro sí mina no”, la pulseada se inclina a favor de la agricultura, sobre la cual se plantea una visión idílica: “nuestra despensa natural”, ¡qué haríamos sin alimentos!, dicen “los ecologistas”. La agricultura garantiza la sostenibilidad alimentaria de un país, sin embargo, ningún organismo supervisa cómo llegan los productos frescos a las mesas.

La semana pasada, en Arequipa, varias instituciones presentaron el segundo monitoreo de agroquímicos en alimentos. Con notario público han recogido muestras de los mercados y supermercados de cuatro ciudades: Arequipa, Cusco, Huaraz y Huánuco.

 El laboratorio Mérieux procesó 103 muestras. De esta cantidad, 44% de verduras tienen insecticidas que superan los límites máximos permisibles (LMP). En el Perú, la norma ambiental es blanda, si esos mismos productos se comercializaran en la Unión Europea, 70% sería rechazado. El tomate es uno de los más contaminados.

Se le encontró hasta cinco sustancias: predominan el fipronil y carbofuran, ambos están en 1280% y 800%, respectivamente, de exceso. El peruano es amante del chifa; ahora debería pensarlo dos veces antes de saborizar esta variedad culinaria con la cebolla china. En las muestras contaminadas se encontró triadimenol con 1600% de exceso. El pimentón, el apio y la lechuga tienen LMP altos.

Todos estos contaminantes provienen de los agroquímicos que utilizan los agricultores para controlar las plagas. No tienen otra alternativa barata. Hay maneras ecológicas de enfrentar a mosquitos o gusanos que devoran los cultivos, empero, faltan las políticas públicas para promover los sembríos orgánicos. Y ¿quién controla el uso desmedido de plaguicidas? Predomina el peloteo entre Senasa y los municipios, dice el especialista Jaime Delgado. Si no se hace algo, el cáncer al aparato digestivo seguirá en alza.

Juan Carlos Soto

Editor regional del diario La República, edición sur. Licenciado en Periodismo de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa. Trabaja para La República desde el 2003. Ha publicado libros sobre perfiles políticos regionales y literatura.