La mirada externa de la crisis en el Perú, por Ariela Ruiz Caro

“Por lejos, la más importante ha sido la del Nuncio Apostólico Paolo Rocco Gualtieri, al colocar a la inequidad como núcleo de la crisis que ha estallado en el Perú”.

Organismos internacionales y varios Estados han expresado en estos días su preocupación por la violencia y las muertes ocurridas en nuestro país. La OEA, en sesión extraordinaria, emitió el lunes una declaración en la que manifiesta su consternación por los hechos de violencia que han dejado cincuenta y ocho personas fallecidas y daños materiales; muestra su preocupación por las denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza y por las violaciones de los espacios académicos (San Marcos); exige la investigación de todos los actos de violencia y sancionar cuando corresponda a los responsables de las afectaciones de los derechos humanos, así como la pronta realización de elecciones generales.

La declaración se basó en la presentación del informe de una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el Perú; los pronunciamientos del portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas, de la Oficina de las Naciones Unidas en el Perú y de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Asimismo, en el discurso que pronunció la presidenta Boluarte de forma virtual en la sede de la OEA, el 25 de enero, al día siguiente de la Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) realizada en Buenos Aires.

No le sirvió de mucho a la señora presidenta decir que el Perú ve con suma preocupación que en la región “se vienen produciendo una serie de sucesos promovidos por movimientos autoritarios de diversa índole que buscan asediar a los procesos políticos institucionales democráticos”. Tampoco, resaltar a la OEA como el foro político, jurídico, social y de cooperación hemisférica por excelencia.

En la Celac, la crisis del Perú fue abordada por varios de los presidentes, la mayoría de los cuales pasó por alto el todavía inexplicable golpe de Estado fallido de Pedro Castillo, que liberó al Congreso y a los poderes fácticos de su actuación antidemocrática y golpista al no reconocer su triunfo, inventar la teoría del fraude y acosarlo sin tregua durante su Gobierno para sacarlo del poder.

El presidente Gabriel Boric se centró en denunciar el número de muertes “que debía escandalizarnos” y condenó el brutal ingreso de las fuerzas policiales a San Marcos, “hechos que reviven las tristes escenas de los tiempos de las dictaduras en el cono sur”. En ese sentido, exigió el cambio de rumbo del Gobierno, entendido como el freno a la represión policial contra los manifestantes.

A diferencia de la OEA, la Celac fue incapaz de incorporar en su declaración final una mención referida a la crisis en el Perú que hiciera al menos un llamado al diálogo para pacificar el país. Tampoco se posicionó de forma conjunta en temas internacionales cruciales como el intento de Estados Unidos de involucrar a la región en la guerra con Rusia en Ucrania, al solicitar envío de armamento, entre otros, lo que muestra falta de ejercicio en la búsqueda de denominadores mínimos comunes para lograr una posición neutral como región.

La Unión Europea y las embajadas de los miembros de ese organismo en Lima, y el Parlamento Europeo también han emitido sendas declaraciones en las que expresan su alarma y lamentan las muertes, que deben ser investigadas, y exhortan a nuevas elecciones generales a la brevedad posible.

Por lejos, la más importante ha sido la del Nuncio Apostólico Paolo Rocco Gualtieri, al colocar a la inequidad como núcleo de la crisis que ha estallado en el Perú. Mientras “una parte de la sociedad pretende disfrutar de todo lo que el mundo ofrece, como si los pobres no existieran, esto en algún momento tiene sus consecuencias (…) Ignorar la existencia y los derechos de los demás, tarde o temprano provoca alguna forma de violencia inesperada, como estamos siendo testigos estos días”, fueron algunas de sus sentencias, además de condenar la violencia de uno y otro lado.

Rocco fue más allá y advirtió sobre la necesidad de intervenir sobre las causas que la generan y neutralizarla haciendo prevalecer siempre la fuerza de la ley, nunca la ley de la fuerza.

larepublica.pe
Ariela Ruiz Caro

Latitud sur

Consultora en temas de comercio, integración y recursos naturales en la Cepal, Sela y Aladi. Ha sido funcionaria de la Comunidad Andina, asesora en el Mercosur y Agregada Económica de la Embajada de Perú (2010-2015) en Argentina.