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Farid Kahhat: “Pedro Castillo tendría más oposición si es que intentara gestar una deriva autoritaria”

Entrevista sobre la segunda vuelta a Farid Kahhat, profesor en la Academia Diplomática del Perú y de la Pontificia Universidad Católica del Perú quien asegura que al candidato de PL no le molesta tener de aliados a grupos radicales.

Análisis. Para Kahhat, Castillo y Fujimori representan un peligro autoritario, sin embargo el primero tendría más complicado llevar a cabo un proyecto así. Foto: difusión
Análisis. Para Kahhat, Castillo y Fujimori representan un peligro autoritario, sin embargo el primero tendría más complicado llevar a cabo un proyecto así. Foto: difusión

A días de la segunda vuelta presidencial entre Keiko Fujimori y Pedro Castillo, el profesor de la Academia Diplomática y de la PUCP, Farid Kahhat, desarrolla algunas ideas sobre lo que puede ocurrir a partir del lunes 7. Considera que ambas opciones representan un peligro autoritario, aunque una tendría mayor resistencia.

¿Cómo definiría políticamente a Pedro Castillo? ¿Es un radical? Mi impresión -y puedo estar bien equivocado- es que no es alguien que necesariamente abrace el ideario de Perú Libre. Lo digo por la gente con la que se rodeado en esta segunda vuelta. Claramente, ha apostado por la moderación. Por supuesto, también puede tratarse ser una simple estrategia, nada más. ¿Cómo lo ve usted?

Perú Libre se define como marxista leninista y hasta donde se sabe Castillo es cristiano-evangélico. El marxismo-leninismo históricamente promovió el ateísmo militante y a veces me da la impresión de que él ha adoptado a PL como un vientre de alquiler, del modo que lo hizo Ricardo Belmont para postular a la alcaldía de Lima…

El 2018.

Y nadie en su sano juicio calificaría a Belmont como radical de izquierda. Ni siquiera de izquierda. No es que los peruanos no conozcamos casos de vientres de alquiler para candidatos con su propia agenda. Recordemos que Hernando De Soto no recordaba el nombre del partido por el que postulaba. Además, hay que recordar que Castillo fue militante de Perú Posible. Dicho esto, a Castillo no le molesta…

¿Qué le digan de izquierda?

Tener como aliados a grupos radicales. Participaba de la Conare, que tenía integrantes del Movadef. Claro, siendo de la Conare también conversó con congresistas fujimoristas, lo cual puede hablar de su oportunismo, pero la acusación no es que sea oportunista, sino que es un radical de izquierda. En todo caso, hay margen para discutir sobre su posición. Algunas de las posiciones que ha adoptado desde la primera vuelta y ha mantenido también podrían calificar como de izquierda, al menos en Perú.

Más técnicos. Pedro Castillo secundado por Francke, Guillén, Palacín y Cevallos, entre otros. Foto: Aldair Mejía/La República

Más técnicos. Pedro Castillo secundado por Francke, Guillén, Palacín y Cevallos, entre otros. Foto: Aldair Mejía/La República

¿Cuáles?

Renegociar contratos cuando los precios de las materias primas son elevados es algo que han hecho gobiernos de derecha en el mundo, pero eso es radical para el Perú. Ahora, él va más allá de eso.

Habla de la nacionalización, un discurso que lo acercaría más con Evo Morales.

Sin duda. De hecho, claramente ha buscado asociarse con Morales, y este con Castillo. Morales fue el primero en decir que la plataforma de Castillo es muy similar a la suya.

¿Le sorprende la paranoia desatada por la posibilidad de que Castillo gane? Yo entiendo que es una candidatura con deficiencias, improvisada en varios aspectos. El propio candidato hace demostración de un conservadurismo preocupante, cuando habla de minorías, o de temas relacionados con género. Pero tampoco es que Fujimori sea una progresista en esos temas, para no hablar de la pesadísima mochila que carga en temas de corrupción. Sin embargo, para buena parte de las élites empresariales, políticas, el peligro para la democracia solo es Castillo. ¿Qué piensa de eso?

Honestamente, no creo que sea la democracia lo que tengan en mente cuando emiten ese tipo de opiniones. Lo que les preocupa es el modelo económico, lo cual es legítimo. Yo soy de los que creen que hay mucho por preservar y mucho por cambiar. Uno ve el programa original de PL y es temible. Castillo lo ha cambiado por este documento de 12 páginas que se dio a conocer hace relativamente poco. A diferencia de las élites, creo que no hay en principio nada malo en que el Estado se apropie de una porción mayor de los ingresos de las empresas extractivas cuando no derivan ni del aumento de la productividad ni de mayor inversión, sino de los precios internacionales. Mi temor es que la impericia de Castillo y de algunos asesores lo lleven a sobreestimar el poder de negociación del Estado peruano. Incluso con la moderación, hay razones para temer un gobierno de Castillo en lo económico, solo que creo que no es una fatalidad inevitable.

¿De qué dependería?

De la conducta de los actores políticos, incluyendo la conducta de sus rivales. Es decir, en qué medida están dispuestos a llegar a transacciones por oposición a intentar sabotearlo desde el primer día.

Congreso de la República

El nuevo Congreso ingresará al Palacio Legislativo el próximo julio. Foto: difusión

¿Y usted cree que es probable que lo quieran sabotear desde el inicio si gana?

Tenemos estos pronunciamientos de militares en retiro, el tipo de cobertura mediática que hacen algunos medios que anuncian un posible golpe en caso gane Castillo y hay grupos parlamentarios que posiblemente no estén dispuestos a tranzar. Recordemos cómo se comportó el fujimorismo en el Congreso que fue disuelto. Los argumentos en el chat de ‘La Botica’ eran del tipo “vamos a demostrar quién está en control aquí”. No me sorprendería que el fujimorismo o Renovación Popular intenten una oposición obstruccionista. Mi punto es simple y llanamente que el futuro no está escrito, depende de la conducta de los actores, de su interacción…

Y de su capacidad de contención.

Sí, sí. No espero lo mejor, dados los antecedentes. Como dicen algunos, lo único que necesitamos de ellos es instinto de supervivencia. No se les pide mucho más que eso. A ver si aprendieron la lección.

Ya me dijo qué le preocupa de Castillo. ¿Qué le preocupa de Fujimori?

El potencial autoritario está en ambos. Se me atribuye haber dicho que todo lo que temo de Castillo en materia de autoritarismo ya lo hizo el fujimorismo. Lo dije, es verdad. Pero añadiría algo: Castillo tendría más oposición si es que intentara gestar una deriva autoritaria. Los poderes fácticos que ya apoyaron a un autoritarismo conservador como el de Fujimori en los noventas y que están jugados por Keiko Fujimori en esta elección -militares retirados, gremios empresariales, iglesias evangélicas, medios de comunicación- no harían oposición cerrada a algunos intentos autoritarios de ella. No estoy diciendo que Castillo no podría vencer resistencias y perpetrar un autoritarismo…

¿Pero la tendría más difícil?

Tendría más resistencia. Por otro lado, quienes dicen “así empezó Venezuela”, se equivocan. Cuando el autoritarismo se instaló en Venezuela, crecía a tasas relativamente altas. El autoritarismo ahí se dio en bonanza, no en periodos de estrechez. Y los abusos de poder en Ecuador y Bolivia, lo mismo. Para hablar de Castillo, uno puede temer un descalabro económico o un régimen autoritario. La buena noticia sería que probablemente no haya que temer ambos en simultáneo. En el caso de Fujimori, no hay que olvidar que ella se juega la vida en esta elección…

keiko fujimori piura

Foto: Malu Ramahí

Se juega la cárcel.

Correcto. Tenemos toda la evidencia posible de que a tratar de interferir en el Poder Judicial, o controlarlo. Su padre lo hizo y ella quiso hacerlo desde la oposición blindando a jueces y fiscales que servían a sus intereses. Nadie tiene mayor duda sobre quién es la ‘Señora K’. Tiene encima la acusación fiscal que podría llevarla a la cárcel. Si quiere salvarse de la prisión, muy probablemente intente interferir en el Poder Judicial como ha hecho hasta hace un par de años. Por lo que ya dije, habría menos resistencia a avances autoritarios del fujimorismo que a avances autoritarios de Castillo.

Yo tenía dudas sobre si el antifujimorismo se activaría en esta segunda vuelta. Sí se ha movilizado, aunque figuras como Mario Vargas Llosa se han plegado a la opción de Keiko Fujimori. ¿Qué piensa de eso?

Nunca tuve dudas de que el antifujimorismo se iba a activar en la segunda vuelta. Se aplica lo que decía Churchill: si el diablo se sumara a una alianza contra Hitler, yo estaría dispuesto a alabar al infierno. Para buena parte del antifujimorismo, ese es el caso: cualquier cosa antes que Keiko Fujimori. La duda era si se iba a activar en su conjunto porque siempre fue una alianza variopinta, o si se iba a desgajar, el área liberal concretamente, y eso es lo que ha terminado ocurriendo.

¿Liberal o conservador?

¿Cuántos antifujimoristas conservadores hay? Casos contados. De cualquier modo, la mayor parte del antifujimorismo siempre estuvo hacia la izquierda. Es el que se ha movilizado. Si pierde Keiko, probablemente sea por eso, no por los méritos de campaña de su rival. Si gana Castillo será a pesar de él, no gracias a algo que él haya hecho. Lo que ha perdido el antifujimorismo son personalidades, no masa electoral.

Vargas Llosa ha demostrado una raíz conservadora, ¿no es cierto?

Yo le tengo mucho respeto como escritor…

Mario Vargas Llosa y Keiko Fujimori participaron en el "Foro iberoamericano: desafíos de la libertad', llevado a cabo en Quito. Foto: captura de YouTube/Fundación Internacional para la Libertad

Mario Vargas Llosa y Keiko Fujimori participaron en el "Foro iberoamericano: desafíos de la libertad', llevado a cabo en Quito. Foto: captura de YouTube/Fundación Internacional para la Libertad

No hay manera de no tenérselo.

Pero Vargas Llosa tiene este tema de que cuando emite juicios políticos, no están presentes los matices de su propia literatura. Sus libros tienen infinidad de matices, como el del derrocamiento de Jacobo Arbenz en Guatemala (Tiempos Recios). Uno termina teniendo simpatía por Arbenz, un hombre de izquierda, no comunista, sí de izquierda. Sin embargo, esos matices que se ven en el mundo literario, no los tiene…

¿En la vida real?

El 2011 pasó de decir que elegir entre Humala y Fujimori era como tener que elegir entre el cáncer y el sida, a hacer una campaña a favor del cáncer. Y ahora nos invoca a votar a favor del sida. Yo puedo entender el razonamiento detrás de su voto, sin embargo invitar a Ecuador a un evento de defensa de la democracia y de los derechos humanos, a alguien que reivindica el legado de un gobierno autoritario, que violó derechos humanos, a alguien que tiene -ella misma- cargos por organización criminal… Vargas Llosa sigue sin hacer matices, ¿no? Se ha sumado a la campaña de Keiko Fujimori, no le ha puesto condición alguna, como sí hizo con Humala en el 2011.

Si uno compara los gobiernos desde 1980 -con matices, desde luego- une aprecia similitudes. La excepción sería el primer García. Un posible gobierno de Castillo marcaría un hito histórico, ¿no?

Recuerdo alguna encuesta de hace algunos años en la que Velasco Alvarado era el presidente mejor avaluado, un dictador, hay que añadir, pero que transformó este país. Cuando se habla de la democracia en Ecuador y Bolivia, siempre se advierte que tuvieron excesos autoritarios. Si se mide la calidad de la democracia con Correa y Morales por la existencia de contrapesos institucionales, obviamente hay un deterioro.

Exacto, hay un déficit.

Pero si lo mides por participación electoral y legitimidad de instituciones políticas, la cosa curiosamente mejora: hay más votación, sobre todo de pobres e indígenas. Hay esta paradoja muy andina en donde algunos dicen que Velasco ayudó a democratizar la sociedad peruana aunque fue un régimen dictatorial y yo creo que hay algo de verdad en eso. Eso podría terminar ocurriendo con Castillo. Ojalá la democratización social no tenga como precio el fin de la democracia representativa.

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