Jorge Muñoz: “La verdadera medición es al final de la gestión”
Alcalde de Lima Metropolitana. Exalcalde de Miraflores. Abogado por la PUCP. Magíster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental por la Universidad de Barcelona.
Además de mantener una envidiable popularidad −59% según la última encuesta de Ipsos−, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, ha comenzado a aparecer entre los primeros a los que la gente quisiera ver candidateando el 2021 para presidente. Sin embargo, toma esas mediciones con pinzas. De eso, de la disolución del Congreso, de las tendencias dentro de su partido Acción Popular y de mucho más nos habló en esta entrevista.
Según Datum, está segundo y, según Ipsos, cuarto entre los políticos que los peruanos quieren ver candidateando para presidente…
Es la simpatía de la gente. Pero yo siempre he sido muy cuidadoso con el tema de las encuestas. Son fotografías, pero no deben marcar tu caminar, ni tus proyectos, ni las cosas que estás haciendo...
¿No le tienta en absoluto una candidatura presidencial?
Lo que me tienta es ser un alcalde exitoso. Es con lo que yo siempre he soñado y por lo que tengo que trabajar. Pero no por el éxito. Yo sueño con una Lima transformada, una Lima mejor, una Lima más inclusiva.
Pero dejando de lado las encuestas presidenciales, acaba de salir una en la que usted tiene un 59% de popularidad. ¿A qué cree que se debe?
Al trabajo. A ser cercano con la gente. A estar en actividades que, para muchos, pueden ser muy simples. Hoy, por ejemplo, en la procesión, estuvimos rodeados de niños que han vivido situaciones de violencia. Y me hacían preguntas como “¿dónde está el morenito que pintó la pared?” A lo que voy es a que uno tiene que ser una suerte de buen padre de familia. Esa es la posición que tenemos acá nosotros.
Pero hay quienes dicen que uno de los factores de su popularidad es que no huye a los pronunciamientos políticos, como cuando apoyó la disolución del Congreso.
Es parte del compromiso. Estoy convencido de que, si no nos pronunciamos, dejamos ese espacio abierto y, como en la física, si no lo ocupas, lo ocupa otro. A mí me preguntaron si hubo un golpe de Estado, y he visto que no. La mejor prueba es que caminamos por las calles, hay libertad, todo sigue funcionando, la economía también.
Si bien no tiene un cargo directivo, es por usted que Acción Popular tiene una situación expectante para las futuras elecciones. ¿Cuál es su posición en el partido?
Ahí hay una situación curiosa porque yo me inscribí hace más de dos años, pero mi ficha nunca se registró. Hay voces que dicen que fue secuestrada, rota, disuelta (risas). Eso hace que yo no tenga formalmente una actividad política dentro del partido, porque no formo parte de las comisiones ni nada por el estilo.
O sea, ¿no es realmente un militante?
Yo me siento militante desde el primer día en que firmé esa ficha y me he comportado como tal… Y me preguntabas sobre mi rol. Si bien no tengo un cargo formal, soy una persona que está opinando continuamente y hace poco he opinado sobre qué creo que debería ser el futuro del partido respecto a las elecciones congresales que vienen, y he dicho que deberíamos apostar por los jóvenes para buscar un recambio. Ha habido voces distintas. Es parte de la democracia, pero creo sinceramente que nuestro pensamiento va calando. Mañana va a haber un plenario a donde iré para llevar la opinión.
Pero, formalmente, va como un militante, digamos, no oficial…
No. Soy un militante a pesar de que quienes han tenido la responsabilidad han secuestrado mi ficha (risas).
Usted ha dicho que este no es un golpe de Estado, pero Alfredo Barnechea lanzó un duro mensaje cuestionando al presidente Vizcarra. ¿Cómo puede haber posiciones tan contrapuestas en su partido?
Somos seres humanos y hay opiniones y opiniones, visiones y visiones… En definitiva, yo hasta me he permitido hacer algunas ironías con eso…
Sí, ha aclarado que usted sí come chicharrón.
Y lo disfruto, además. Pero son visiones distintas y, cuando converso con la gente, veo que esa posición que se ha esgrimido, distinta a la mía, no es lo que la gente siente.
En los nombres que se vocean como posibles candidatos de Acción Popular están Alfredo Barnechea y Raúl Diez Canseco, que es su amigo. ¿Eso implicaría que apoyaría a uno en lugar de otro en las internas?
Lo que tenemos que hacer es tener elecciones internas, buscar los mejores cuadros y cuando el partido defina cuáles son, apoyar al candidato que salga.
Hace un par de meses, en redes sociales, se dijo que se le había visto en compañía de Ollanta Humala, Gustavo Gorriti y Salomón Lerner Ghitis. Si se dio, ¿qué relación hay entre gente tan disímil?
Eso fue una fake news. Estaba en ese momento en Colombia. Un amigo mío me dice: “¿has estado esta mañana en este desayuno?” Y le dije: “Estoy en el aeropuerto de Cali regresando a Lima y llego a tal hora. Si quieres me recibes en el aeropuerto”. Se pueden decir muchas cosas... Deben haber visto al Gringo Karl. [Risas]
Va a cumplir dos meses frente a la municipalidad. ¿Ya vivimos en Limaflores? (Fue el lema de su campaña).
Mira, cuando uno sale a la Plaza de Armas y encuentra una plaza limpia, segura, ordenada, con flores, precisamente, y otras partes del centro que van mejorando, hay un mensaje importante. Todo no se puede hacer de la noche a la mañana, eso es verdad, pero hay un avance valioso. Estamos por sacar una norma de recuperación del centro histórico. Estamos en un proceso de peatonalización. Estamos construyendo un plan de acción climático. Se viene la ampliación del Metropolitano. Estamos trabajando los teleféricos. ¡En fin!
Los dos ejes de las propuestas políticas en campaña fueron la seguridad ciudadana y la corrupción. ¿Qué tanto se ha avanzado en seguridad?
Nosotros tenemos un trabajo sólido y tenemos mediciones muy buenas de dos espacios donde se vienen desarrollando las cosas: el Comité Distrital de Seguridad Ciudadana, el Codisec, y el Corisec, que es el regional. Ahí, con las comisarías venimos teniendo avances y se pueden mostrar las cifras. Sin embargo, hay una problemática más macro, donde ya la función del alcalde metropolitano es una función que no tiene tanta fortaleza y le corresponde más a la Policía Nacional y al Ministerio del Interior.
¿Y conversa con él?
Muchísimo. Es más, necesito estar siempre sintonizado con él, no solo para los temas de seguridad ciudadana, sino para los temas de 'pico y placa', por ejemplo. Nosotros dependemos de la Policía Nacional para la puesta de las sanciones y papeletas, y ha habido momentos donde ha bajado un poquito su fortaleza en cuanto a su ejercicio y su función. Yo cojo el teléfono, llamo al ministro y digo “Carlos, aquí hay un tema, no me desampares ni de noche ni de día”.
¿Qué tanto el ‘pico placa’ realmente ha funcionado? Hay esa percepción de que, pasados los días, ya no está funcionando tan bien…
Yo creo que es una percepción equívoca, porque nosotros recorremos muchas partes, y no solamente recorremos y percibimos sino que medimos. A veces la percepción se rompe cuando tú tienes medición y la medición nos indica que la medida sigue trayendo buenos resultados.
En campaña, también dijo que su primera prioridad iba a ser el transporte masivo. ¿Qué de concreto se puede decir ya al respecto?
Tenemos ya la ampliación de estos 10.2 kilómetros de la estación de Naranjal a Chimpu Ocllo. Eso está muy claramente encaminado. El martes estuve con el ministro de Transportes, Edmer Trujillo, y la gente del Banco Mundial. El préstamo se tiene que triangular entre el Banco Mundial, el MEF y la municipalidad, pero con una complejidad: que quien va a ser el usuario de esa vía tiene otro nombre. Ahora se llama ATU (Autoridad de Transporte Urbano) y es importante que esto esté debidamente coordinado. También están los teleféricos que son parte de un transporte que va a unir la línea uno del Metro y el Metropolitano.
¿Y cuándo el ciudadano va a poder hacer uso de todo eso…?
A ver, dos años a partir de los primeros meses del próximo año, lo que es la construcción de los 10.2 kilómetros del Metropolitano. El 2022 va a estar entregado eso. Y en el caso de los teleféricos, es entre 16 y 18 meses, también desde inicios del próximo año.
En dos meses cumple un año de gestión. ¿Qué porcentaje de lo que ofreció en su campaña habrá cumplido, en términos cuantitativos?
Yo, lo que puedo ofrecer a la gente es que el alcalde ha comenzado a trabajar no solamente para los cien días, para los seis meses, para el año, sino desde el primer día. Y siempre digo, recordando una frase de Alberto Andrade, “un poquito de paciencia”. La verdadera medición es al final de la gestión. Nada nace grande, todo tiene que desarrollarse, todo tiene una complejidad propia. Y esta problemática que ha habido entre el Ejecutivo y el Legislativo también nos ha bajado el ritmo.
En la campaña, sus críticos decían “Lima no es Miraflores”. ¿Cuál ha sido el toro más bravo que ha tenido que enfrentar?
Es como cuando vas a la Plaza de Acho y vas a torear seis toros y los seis te salen malos. Así me dejaron la municipalidad. Y hay que sacar un buen partido a esos seis toros malos.
¿Se refiere a los contratos (firmados en la gestión de Castañeda)?
Me refiero a los contratos; a las consecuencias de los contratos, como las concesiones; al poco presupuesto; a los proyectos que ya estaban encaminados, pero estaban mal diseñados. Tenemos un caso emblemático: la estación de Andrés Reyes, que estuvo tan mal diseñada, que yo tengo diez meses como alcalde y todavía estamos luchando con el contratista porque no había, por ejemplo, cómo hacer pasar los buses del Metropolitano por la pista que tenía según el diseño y, así como eso, muchas cosas más. Pero a la gente no le importa escuchar que uno se queje. Al ciudadano lo que le importa es: ¿cuál es la solución que tú me ofreces? Y, como alcalde, estoy en esa línea y esa es mi responsabilidad.