teatro. Ana Santa Cruz presenta Máxima, protectora del agua, sobre luchadora cajamarquina Máxima Acuña, en la Asociación de Artistas Aficionados.,“Cuando me dijeron que piense en un héroe o una heroína, yo pensé en Máxima Acuña”, dice Ana Santa Cruz, quien dirige y actúa en el unipersonal Máxima, protectora del agua, dedicado a la luchadora medioambiental cajarmaquina. La obra teatral, que se presentó por primera vez en España, se estrenará el próximo sábado 12 de enero, y las funciones se prolongarán hasta el 27, sábados y domingos, 6:30 p.m., en la Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima). Máxima Acuña, conocida por su enfrentamiento contra la minera Newmont, por una concesión de tierras que ocupaban el área de su casa y los terrenos donde realizaba sus actividades, sirvió de ejemplo para que Santa Cruz resolviera su búsqueda: el arte como un compromiso social. “Es una forma de aportar al cambio”, dice. Durante su estadía en España, Ana Santa Cruz formó parte del taller “Narración oral y escena crítica”, que reflexionaba sobre las poblaciones vulnerables. Aunque fue la única actriz del curso, Santa Cruz solo pensó que con el arte también podía abordar estas temáticas e incluso crear consciencia. Si bien hay espectáculos que son recreativos, para ella, “el artista tiene forma y el arte también es un compromiso social, queremos dar un mensaje al público y llevarlo a reflexionar”. PUEDES VER Teatro en Lima: Los Perros están de vuelta Con este motivo, a partir de la noticia sobre Máxima Acuña, creó una narrativa, un cuento. Siguió investigando y comenzó a otorgarle una dimensión real, moldeando y reformulándolo. La palabra adquirió materialidad, y valiéndose de sus conocimientos en el teatro, la actriz escenificó la historia de Máxima Acuña. Sin embargo, esta vez la cajamarquina no confronta a una empresa minera, sino que se enfrenta a pishtacos y otros seres de la cultura andina. Pero la lucha es la misma: proteger las lagunas. En ese conflicto, Máxima, junto a los seres sagrados, el puma y el cóndor, logra salvarse a sí misma, a sus terrenos y su cultura. Así, en una confluencia entre realidad y mitología andina, Máxima, protectora del agua es una apuesta multidisciplinaria. Reúne la narración oral con máscaras y los títeres corporales. El cuerpo de Ana Santa Cruz toma forma, representa a la campesina y a los animales sagrados. Cada parte de su cuerpo adquiere otra dimensión, donde se integran la ficción y la realidad. Su cuerpo integra una lucha constante, la lucha por la tierra, por los nuestros. PUEDES VER Teatro: 'Un enemigo del pueblo' “Es un problema que ocurre en todo el mundo”, afirma. Cuando presentó la obra por primera vez en España, en la Noche en Blanco de Sevilla, posteriormente en Colombia y en algunas regiones del país, evidenció que el conflicto era similar en distintos países de Latinoamérica. Entendió que debía hacer algo al respecto. “Solo así, puedo conscientizar a la población”. Ante una vorágine de noticias sobre la destrucción del planeta o la devastación de nuestra amazonía, Ana Santa Cruz propone un teatro que transmita enseñanzas, pero sin olvidar lo estético. La actriz, parafraseando a Mariátegui, incide en que “el artista tiene una intención”.