A a 76 km de Lima, en la provincia de Huaral, el Castillo de Chancay resalta al borde del Pacífico. En una infraestructura de aproximadamente 15.000 metros cuadrados, los viajeros pueden encontrar alojamiento, restaurantes, piscinas y, además. Una historia que teje el amor entre Consuelo Amat y León y Rómulo Boggio Klauer.
Para una viuda con el carácter de acero, la premisa “Hasta que la muerte nos separe” era solo una metáfora. Doña Consuelo supo transformar el cariño en un símbolo capaz de perdurar en la memoria de una familia y, de paso, de todo un pueblo. ¿Estás listo para conocer la historia?
Hija del coronel Manuel Amat y León, doña Consuelo Amat y León nació en Lima en 1896 y se casó a los 19 años con el ingeniero químico Rómulo Boggio Klauer, descendiente de italianos afincados en el Perú. El inicio de esta historia de amor tuvo lugar en la capilla del Colegio Belén, en 1915.
El matrimonio educó a seis hijos hasta que un accidente se llevó al patriarca. Sin una herencia y con mucha pena en la maleta, Consuelo se fue a Europa a estudiar. Fue una mujer multifacética: poeta, abogada, arquitecta y escritora de claras determinaciones.
Cuando volvió al Perú se instaló en Lima y compró un fundo en Chancay, el sitio donde vivió su etapa en pareja. Inspirada en el amor que sentía por Rómulo, inició la construcción del Castillo Boggio, ahora llamado Castillo de Chancay. Ella misma diseñó los planos y, con la mano de obra de 10 albañiles, empezó a edificar lo que sería el recordatorio de su propia historia.
Tiempo después, 10 años para ser precisos, la fortaleza contaba con 250 habitaciones, cuatro niveles, terrazas, torreones, miradores, pasadizos... cada espacio diseñado al estilo medieval. Sin embargo, llegó una crisis económica y por 30 años el castillo se vio sumido en el abandono.
Fue Juan Barreto Boggio, nieto de la familia, quien quiso rescatarlo del olvido y retomó los sueños de su abuela. A su cargo está la original y divertida remodelación de este espacio.
Ya que la visión de esta construcción es llegar a ser un concurrido parque temático cultural del Perú, reconocido por sus atractivos únicos y su propuesta de valor, según se indica en su portal oficial, este castillo alberga varios sectores peculiares: las réplicas de Luxor, Fontana Di Trevi, la antigua Babilonia, el Foro Romano y las maravillas del mundo. Además, hay colecciones de momias, ceramios, cuchimilcos y una sala de taxidermia.
Si estás pensando en hacer turismo en Lima, el Castillo de Chancay es una buena opción. Foto: Andina
Este punto turístico atiende desde las 9.00 a. m. hasta las 6. 00 p. m. Quienes deseen prolongar esta experiencia pueden hospedarse en el mismo castillo. ¡Alista las maletas!
Además, para usar tanto la piscina como la cochera se debe abonar cinco soles.
La primera opción es hacerlo desde el centro de Lima. Aquí puedes tomar los buses que están a dos cuadras del puente de Acho.
La segunda es ir al terminal de Plaza Norte, ubicado en el distrito de Independencia, en la avenida Tomás Valle. El precio del pasaje oscila entre 15 y 25 soles.