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Opinión

Gas natural: clave para un aire más limpio en el Perú

"La entrada del gas natural ha tenido un impacto ambiental positivo, mejorando la calidad del aire y mitigando el cambio climático. Existe un enorme potencial para profundizar en los impactos positivos de este recurso".

larepublica.pe
Foto: difusión

Escribe: Pia Zevallos, CEO de Libélula

Todos los días nos inundan las malas noticias. En el sector ambiente estamos acostumbrados a hablar de lo negativo. Y es que durante mucho tiempo el cuidado de los recursos naturales estuvo relegado, y el resultado de esto es que los límites planetarios están siendo ampliamente superados. Aterrizando al Perú, existen problemas urgentes y multidimensionales como la deforestación, la pérdida de la biodiversidad, el cambio climático, además de la mala calidad del aire y el agua.  Pero hoy más que nunca necesitamos buenas noticias, buenos ejemplos, buenas prácticas a replicar.  El uso del gas natural como fuente de energía de transición en el Perú, ha sido una estrategia efectiva hacia la mejora de la calidad del aire y la protección de la salud pública, además de haber contribuido con la mitigación del cambio climático. 

El concepto de triple impacto es clave para un país en desarrollo como el Perú. Es en las políticas y acciones que ofrecen mayores sinergias entre los beneficios económicos, sociales y ambientales donde están las mayores oportunidades para el desarrollo del país. En el caso del gas de Camisea, su desarrollo ha generado importantes ingresos para el Estado peruano a través de regalías, impuestos y empleos, además de contribuir a la infraestructura para la conectividad y el acceso a servicios básicos. Asimismo, ha permitido diversificar la matriz energética del Perú, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles más contaminantes como el carbón, el diésel y el petróleo. Por el lado social, el gas natural ha permitido que miles de hogares peruanos tengan acceso a una fuente de energía más limpia y eficiente, mejorando su calidad de vida. En el ámbito de influencia directa de sus operaciones, ha demostrado una gestión ambiental destacable con relación a la biodiversidad y ha impulsado el desarrollo social de las poblaciones aledañas. Todos estos impactos se podrían seguir profundizando en los próximos años, contribuyendo con la descentralización y el incremento de la competitividad del país.

En un reciente estudio que desarrollamos en Libélula, se encontró que entre 2005 y 2023, el uso de gas natural ha evitado la emisión de 0.81 millones de toneladas de óxidos de nitrógeno (NOx), 1.03 millones de toneladas de dióxido de azufre (SO2) y 0.09 millones de toneladas de material particulado (PM2.5). Estos contaminantes están directamente relacionados con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, incluyendo el cáncer, por lo que su reducción tiene un impacto positivo en la salud pública​​. Estimamos que se ha evitado 2,640 muertes prematuras, 1,262 hospitalizaciones y 1,023,317 casos de asma gracias a la mejora en la calidad del aire. Estos beneficios generaron ahorros económicos significativos relacionados con costos de salud y pérdida de productividad: se ha evitado una pérdida estimada de S/. 1,253 millones en productividad y gastos hospitalarios al 2023.

Si hablamos de gases de efecto invernadero, cuya emisión causa el cambio climático, entre 2005 y 2023, el uso de gas natural ha evitado la emisión de 46.86 millones de toneladas de CO2 equivalente (CO2eq). Este impacto es considerable y se debe a la sustitución de fuentes más contaminantes como el carbón y el diésel por el gas natural en los sectores de generación de energía, industrial, transporte, comercial y residencial. Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), en 2019 el país registró emisiones netas de 210,404,420 toneladas de CO2eq, siendo el sector Energía el segundo mayor contribuyente, con el 30% de las emisiones. Comparando las emisiones del sector energía con las posibles reducciones logradas mediante el uso del gas natural, se estima que en el 2019 se podría haber alcanzado una reducción del 8.70%. Este dato resalta la importancia de haber promovido el uso de gas natural como una estrategia para la reducción de emisiones en el país.

Es importante destacar que los impactos positivos del gas de Camisea hacia el futuro deben continuar yendo de la mano con medidas para mitigar los impactos ambientales y sociales. La implementación de prácticas sostenibles, el diálogo con las comunidades y la transparencia en la gestión han sido y serán claves para asegurar un desarrollo responsable y sostenible.

El gas natural desempeña un papel crucial en la mejora de la calidad del aire en el Perú, y en la transición justa hacia una economía baja en carbono. Hacia el futuro, el gas natural tiene un rol muy importante para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico a medida que ingresan más renovables no convencionales; y puede continuar mejorando la calidad de vida de la población a nivel nacional a medida que reemplaza combustibles más contaminantes en las industrias, los vehículos y los hogares. Es clave además que las empresas de hidrocarburos profundicen su acción climática pensando en el futuro de su modelo de negocio en un mundo que va hacia el cero carbono neto, y sean partícipes de un esfuerzo de gran escala por conservar y regenerar la naturaleza.