En 2024, la Unión Europea (UE) ha aprobado un nuevo Pacto de Migración y Asilo que promete cambiar drásticamente la forma en que los Estados miembros gestionan la llegada de migrantes y solicitantes de asilo. Aunque el acuerdo ya ha sido considerado, se espera que entre en vigor en 2026, según el Consejo de la UE.
Este pacto es impulsado por la necesidad de un enfoque más equitativo y eficiente, pretende abordar uno de los mayores desafíos políticos y sociales del continente. En este artículo examinaremos los cambios clave en las políticas migratorias, los nuevos requisitos de asilo y los efectos que tendrá para los migrantes.
El nuevo Pacto sobre Migración y Asilo de la UE surge en un momento en que Europa sigue enfrentando una presión migratoria significativa. Según un análisis del Real Instituto Elcano, la UE ha estado buscando desde hace tiempo un enfoque común para abordar la llegada de migrantes, en particular desde las rutas mediterráneas y de los Balcanes. El acuerdo de 2024 intenta establecer un equilibrio entre la responsabilidad compartida y la solidaridad entre los Estados miembros, algo que había generado tensiones en años anteriores.
El objetivo principal de este pacto es distribuir de manera más justa la carga que supone la recepción de migrantes entre los países de la UE. Además, se espera que este nuevo enfoque ayude a reducir la llegada irregular de migrantes, mejorando los procedimientos de devolución de aquellos que no califiquen para asilo.
Este pacto introduce cambios importantes en la manera en que la UE gestiona la llegada de migrantes. Uno de los aspectos más destacados, según France24, es el nuevo mecanismo de solidaridad obligatoria. Dicho sistema permite a los países que enfrentan un gran flujo migratorio soliciten la asistencia de otros Estados miembros de tres formas: aceptar migrantes que hayan llegado a otros territorios de la UE, aportar una contribución económica de 20.000 euros por cada migrante no recibido, o proporcionar apoyo técnico y operativo para gestionar la situación.
Este enfoque ha sido diseñado para resolver las tensiones entre países como Italia y Grecia, que han recibido la mayor parte de los migrantes en los últimos años, y otros países que han resistido la reubicación obligatoria.
El Parlamento Europeo aprobó en abril de 2024 el pacto tras un tenso debate de años. Foto: EFE (O. Hoslet)
Además, el pacto crea un sistema de gestión de crisis para situaciones excepcionales, permitiendo que los Estados miembros implementen respuestas rápidas y coordinadas ante flujos migratorios masivos. Tal como lo detalla el Consejo de la UE, este mecanismo garantiza que en casos de emergencia, la ayuda sea distribuida de manera equitativa, evitando el colapso de los sistemas de asilo nacionales.
Los procedimientos fronterizos también se vuelven más estrictos y rápidos, lo que permite evaluar las solicitudes de asilo en un plazo más corto y facilitar la devolución de aquellos cuya solicitud haya sido denegada.
En cuanto a los requisitos de asilo, el pacto introduce nuevas regulaciones para hacer el proceso más eficiente y transparente. Según DW, el sistema revisado establece criterios más claros para determinar quién es elegible para recibir protección internacional y bajo qué circunstancias. Además, se hace énfasis en la cooperación con países de origen y tránsito para gestionar mejor las solicitudes y prevenir la migración irregular.
El pacto también fomenta la creación de acuerdos con países no pertenecientes a la UE para facilitar la devolución de migrantes que no cumplen los requisitos de asilo. Esta medida busca reducir la cantidad de personas que permanecen en Europa de manera irregular.
Para los migrantes, este nuevo pacto traerá tanto oportunidades como desafíos. Por un lado, los procedimientos más rápidos y organizados pueden ofrecer una mayor claridad sobre su situación legal en un tiempo más reducido. No obstante, los controles fronterizos más estrictos y los mecanismos de devolución podrían hacer más difícil el acceso a la protección internacional para quienes no cumplen con los requisitos.
Los solicitantes de asilo que lleguen a Europa deberán estar preparados para enfrentar un proceso de selección más riguroso. Aquellos que cumplan con los criterios tendrán la posibilidad de ser reubicados en otros países europeos como parte del sistema de solidaridad, lo que podría mejorar sus condiciones de vida y oportunidades de integración.
Por otro lado, la DW señala que el pacto también incluye medidas para reducir la llegada de migrantes a través de rutas irregulares. Esto implica un aumento en la vigilancia fronteriza y acuerdos de cooperación con países fuera de la UE, lo que podría restringir aún más las posibilidades de migrar sin cumplir con los requisitos legales.