Mientras la Cámara de Diputados de Argentina debate la ley ómnibus, el Gobierno de Javier Milei emitió un comunicado en el que instó a aprobar el megaproyecto, clave en su gestión presidencial. La Oficina del Presidente aseguró que han “escuchado toda recomendación y objeción” y pidió que recuperen el futuro.
“Hoy la política tiene la oportunidad de empezar a revertir el daño que le ha causado al pueblo argentino”, sostiene la Oficina del Presidente.
“El Gobierno Nacional ha escuchado toda recomendación y objeción. Ahora es responsabilidad de los Sres. Diputados promover las reformas planteadas en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos, cada una de ellas fundamentales para liberar las fuerzas productivas de nuestra Nación y recuperar nuestro futuro”, se lee en el comunicado.
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En paralelo, el Congreso argentino dio inicio el debate de un extenso paquete de reformas, propuesto por el presidente, Javier Milei. Después de negociaciones complejas, el oficialismo logró obtener un apoyo condicional tanto de aliados como de sectores de la oposición.
La minoría oficialista, compuesta por 38 de los 257 diputados, anunció que ha obtenido el apoyo necesario para aprobar en términos generales una ley ómnibus, que consta de 386 artículos que abordan reformas en áreas económicas, políticas, de seguridad y ambientales. Esta extensa legislación requerirá varios días de debate.
La oposición ha adelantado públicamente que el proyecto experimentará modificaciones en varios de sus capítulos. De hecho, el debate comenzó con el oficialismo retirando una larga lista de artículos del dictamen original.
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José Luis Espert, diputado oficialista, declaró antes de la sesión: "Hemos llegado a un acuerdo y la norma se va a sancionar", en referencia a las reformas propuestas en los ámbitos económicos, políticos, de seguridad y ambientales.
Por otro lado, la oposición, compuesta por el peronismo y la minoría de izquierda con un total de 104 diputados, rechaza de manera categórica el proyecto. Consideran que este decreto, que agrupa modificaciones económicas, energéticas, sanitarias y de seguridad, otorga poderes extraordinarios al Gobierno para evitar la supervisión del Congreso.
El resultado final de la ley dependerá de la votación "artículo por artículo", en la cual varias reformas importantes, como las facultades discrecionales solicitadas por Milei y la lista de empresas públicas que se pretenden privatizar, podrían ser rechazadas.
Una vez que sea aprobada en la Cámara de Diputados, la ley pasará al Senado, en el que el oficialismo cuenta con solo 7 de los 72 senadores. Sin embargo, confían en contar con el apoyo de los mismos aliados que obtuvieron en la cámara baja. En caso de que el Senado realice modificaciones, la ley deberá regresar a Diputados.
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Para asegurar la aprobación de la ley, el Gobierno retiró un "capítulo fiscal" del proyecto que buscaba lograr el "déficit cero", pero que fue objetado por opositores, aliados y gobernadores de provincias afectadas por los cambios. También se renunció a cambios en el sistema previsional que afectarían la actualización periódica del ingreso de casi seis millones de jubilados, que se ven afectados por la inflación.
El texto original de la ley ómnibus tenía como objetivo lograr un recorte del gasto público del 5% del PIB, una meta que ahora se busca alcanzar mediante otras medidas de ajuste, como la reducción de las transferencias a las provincias.
Con información de AFP.