La forma de vivir sin alquiler en Miami Beach: acoplaron barcos como casas y están anclados en la bahía

Escapando de los altos alquileres en Miami, una comunidad ha decido optar por un estilo de vida diferente. Estas personas adaptaron barcos para convertirlos en sus domicilios oficiales. Familias enteras dejaron sus antiguas casas y trabajos para vivir en las orillas de Florida, libre de precios exorbitantes y de un sistema tradicional al que nunca se acostumbraron.

En Miami, el alquiler de un departamento suele estar entre 4.000 y 6.000 dólares mensuales. Sin embargo, la vida en el mar vino con muchas complicaciones, sumado a la constante presión de las autoridades locales que buscan sacarlos de sus lugares elegidos. Mientras, ellos defienden su postura uniéndose como una organización para evitar cualquier tipo de desalojo.

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Estas son las personas que viven en el mar de Miami

Una de las tantas familias que viven en el mar son el matrimonio de Evan Eustace y Shuling Guo, junto a su hija Nola de tres años. El hombre lleva 18 años viviendo en su barco y a diferencia de la mayoría, que suele quedarse en un solo lugar hasta que las autoridades intervienen, él navega por la Costa Este estadounidense y parte de El Caribe. "Algo que me gusta de viajar en nuestro barco es que puede escapar del frío invierno de Filadelfia, jugar al aire libre y hacer amigos en la costa este", dijo Guo sobre su estilo de viaje.

Según el medio Coconut Grove Spotlight, existen tres categorías para los dueños de los barcos locales. En la primera se encuentran los que están en el muelle deportivo, que pagan un alquiler dependiendo del tamaño de su domicilio. En la siguiente, los navegantes se amarran a una boya en alta mar, cerca a las islas de barrera de Dinner Key, pagando así 400 dólares mensuales. Finalmente, a la última se le conoce como 'anclaje', que son embarcaciones fuera de la ciudad que eligen un lugar, echan el ancla y no pagan nada.

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A este lugar llegó el Youtuber Diego Revuelta, quien en un video de casi una hora, entrevista a dos hispanos sobre cómo decidieron vivir en el mar. El primero, el madrileño Miguel, explica que se cansó de la vida corporativa y decidió mudarse a un barco hace 8 años. Actualmente, se dedica a alquilar su casa para parejas, quienes aprovechan de las hermosas vistas del mar. Otra persona es el cubano Marco que, más relajado, confirma que la experiencia ha sido liberadora, confesando que no puede ni quiere pagar un alquiler.

Los desafíos que presenta vivir en el mar de Miami

Sin embargo, las cosas se complican cuando se trata de los desafíos que enfrentan. Por ejemplo, tienen un acceso limitado al agua potable y a la electricidad. Asimismo, tienen que mantener sus embarcaciones, que están expuestas a los robos de sus pertenencias. Además, es evidente que hay un descontento estatal por su estadía, lo que los lleva a estar constantemente en movimiento para evitar multas o posibles arrestos.

Recientemente, en diciembre del año pasado, el comisionado David Suárez logró que en Miami Beach se cerrara un muelle público que impedía a muchas familias el acceso a tierra firme. Aprovecharon la atención mediática para quejarse de que los muelles deportivos son ineficientes, puesto que en marea baja, los barcos suelen encallarse en pocos minutos. Finalmente, son constantemente asediados en la noche por los policías para colocarles multas.