A partir del 5 de enero del 2025, el estado de Nueva York, en conjunto con la Autoridad Metropolitana de Transporte de Nueva York (MTA) implementarán una nueva tarifa de congestión, la cual tiene como objetivo reducir el tráfico vehicular en una de las zonas más congestionadas del mundo.
La decisión, que ha generado debate y opiniones divididas, es parte de un plan más amplio para mejorar la calidad de vida en la ciudad y fomentar un uso más eficiente de los recursos. Las autoridades locales destacan su importancia para el futuro del tránsito y el transporte público en Nueva York.
La nueva tarifa de congestión establece un cobro de $9 para vehículos de pasajeros que ingresen a la isla de Manhattan al sur de la calle 60 entre las 6:00 a.m. y las 8:00 p.m. de lunes a viernes. Este sistema también afecta a vehículos comerciales, para los cuales la tarifa será más elevada según su tamaño. El uso de tecnología de peajes automáticos garantizará que el cobro sea eficiente y rápido.
Además, se contemplan beneficios para ciertos grupos, como descuentos para residentes de bajos ingresos y exenciones para vehículos eléctricos y de transporte público. Durante los fines de semana y las noches, la tarifa no será aplicable, lo que podría beneficiar a trabajadores nocturnos y turistas que visitan la ciudad.
La isla de Manhattan es una de las más transitadas de la ciudad de Nueva York. Foto: Visit Nueva York
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, relanzó este plan con ajustes en la tarifa, que originalmente se había propuesto en $15, para minimizar el impacto económico en los residentes. El sistema utilizará tecnología de peaje automático, similar a los métodos empleados en ciudades como Londres y Singapur.
El plan busca recaudar miles de millones de dólares anualmente, fondos que serán utilizados para modernizar el sistema de transporte público de Nueva York, incluyendo mejoras en el metro y los trenes suburbanos. La MTA considera que esta inversión es crucial para ofrecer alternativas viables al uso del automóvil en la ciudad.
En términos ambientales, la medida tiene como objetivo reducir la emisión de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire en Manhattan. Según estudios previos, se espera que el tráfico vehicular disminuya en un 15%, incentivando a los ciudadanos a optar por medios de transporte más sostenibles como bicicletas, autobuses eléctricos y el metro.
El presidente electo, Donald Trump, se ha manifestado en contra de la implementación de esta tarifa. En un comunicado reciente, prometió tomar medidas para frenar la iniciativa una vez que asuma el cargo. Sin embargo, las autoridades estatales defienden la medida como una herramienta esencial para enfrentar la crisis de tráfico y promover el bienestar ambiental en la ciudad.