Un estudio publicado por la Universidad de Princeton en el 2010 dice que la gente para ser feliz debería cobrar entre 70 mil dólares y 75 mil dólares. Menos de esa cantidad tiene un impacto emocional porque las personas están preocupadas por cubrir sus necesidades.
Esta investigación impactó a Dan Price, fundador de la empresa de pagos con tarjeta de crédito, Gravity Payments, de tal manera, que decidió anunciarle a sus 120 empleados que ese iba a empezar a ser sueldo base.
Para conseguirlo, él mismo se bajará su salario, de 1 millón de dólares, y utilizará los 2,2 millones de dólares de beneficios que generó la compañía el año pasado. “Creo que esto es lo que todo el mundo merece”, le dijo a sus empleados, que no salían de su asombro.
El plan se llevará a cabo en tres años y los trabajadores que cobren menos de 70 mil dólares recibirán incrementos anuales, con el objetivo de llegar a esa cifra, o incluso superarla, para diciembre de 2017.
“Imperativo moral”
Price fundó Gravity Payments a los 19 años, cuando era estudiante de la Seattle Pacific University. Y el empresario, de 30 años, asegura que no necesita un millón de dólares para vivir.
Según le dijo a la cadena de televisión estadounidense ABC News, si cobraba tanto era porque ese es el sueldo de un presidente ejecutivo, algo que Price ahora considera “una locura”.
Price reconoce que puede llevar una vida de lujo, pero mantiene el mismo automóvil desde hace más de 12 años: un Audi que consiguió a cambio de ayudar con los servicios de su compañía a un vendedor de vehículos local.
Cree firmemente que "cuanto más tienes, a veces más complicada se vuelve tu vida" y consideró que estos aumentos eran un "imperativo moral" para reducir las diferencias salariales entre los CEO y sus empleados.
El primer salario que ofreció fue de 24 mil dólares y no incluía un seguro médico. Desde entonces, asegura, trató de mejorar las condiciones de sus empleados y por fin la compañía ha llegado a un punto de éxito en el que puede hacerlo.
FUENTE: BBC