El tradicional paisaje de La Habana, lleno de autos de los años 1950 y que le deba ese aspecto icónico de permanencia en el pasado, está cambiando. Ahora, por las calles de la capital de Cuba se observan cada vez más vehículos eléctricos (motocicletas, triciclos y cuatriciclos), que se han convertido en una opción viable para los habitantes de la isla ante la escasez de combustible y la dificultad de conseguir transporte. En 2019, Washington endureció las sanciones contra la isla, lo que generó un impulso al Gobierno cubano para introducir estos automóviles provenientes de China y Vietnam. Vídeo: Agencia AFP.