Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
Casi nadie le concede opciones presidenciales al Apra en 2026. Pero sí es posible que el partido recupere su presencia en el Congreso. Mucho va a depender de la figura que la elección interna designe como locomotora electoral. Para un partido tan maltrecho por la trifulca interna, toda curul será una bendición y la confirmación de su dicho: “El Apra nunca muere”.
Se esperaba que de las feroces pugnas internas y del sacrificio de su mejor líder surgiera una camada de nuevos dirigentes. Pero la pugna por la candidatura entre 15 planchas sugiere que esta no es la agrupación de la generación Z. La impresión es que todo está copado por los muchachos de antes, pocos de ellos con algo que decir.
Con casi medio centenar de planchas, todavía no sabemos cómo va a ser la dinámica de la próxima competencia. Es decir, cómo va a organizarse la troika medios-redes-cartelones, cuánto dinero será invertido y cómo. A diferencia de los principales partidos, el Apra no parece tener muchos recursos a la mano, ni en la troika ni fuera de ella. ¿Qué tiene a su favor?
A diferencia de los mochasueldos que definen al actual Congreso y a varios de sus partidos, los dirigentes apristas de hoy vienen de una larga relación con el Estado. Comparados con los vivarachos emergentes de ahora, sus defectos son veniales. Es casi seguro que en Trujillo, su antiguo epicentro político, parte de la ciudadanía los está extrañando.
Los líderes con posibilidades de ser el candidato son figuras ya de cierta edad, que trabajaron con Alan García en sus dos gobiernos. Jorge del Castillo, Hernán Garrido Lecca, Javier Velásquez Quesquén o Mauricio Mulder no tienen los talentos o el carisma de García, pero, gracias a su experiencia, superan a más de 95% de sus próximos competidores.
Todavía no asoma un nombre aprista en las encuestas de intención de voto presidencial. Pero eso les está sucediendo a docenas de partidos. Lo que hay es una suerte de monopolio del par que encabeza, y todo el resto está preso en la indiferencia del electorado. ¿Será capaz el Apra de construir un mensaje diferente?
Un caso aparte es el de Carla García, que encarna el prurito dinástico de la política peruana. Es una joven eficaz, pero no parece que este sea su momento para presidir el país.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).