Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero...
La renuncia de Juan José Santiváñez al Ministerio de Justicia es una clásica fuga hacia adelante. Al metamorfosearse en candidato al Congreso, se ahorra la posibilidad de sufrir una segunda censura. Además, ser precandidato no le va a impedir hacer de Rasputín en Palacio todavía por un buen tiempo. Siempre y cuando no aparezcan nuevos audios.
¿Con quién va a candidatear? No lo imaginamos en la lista del hermano Nicanor, por la obvia redundancia. Pero subir a bordo una de las mochilas más pesadas de Dina Boluarte no parece muy atractivo. Quizás César Acuña, quien recluta de todo y hace poco anunció que APP no votaría por la censura de Santiváñez, lo sume a las filas.
No va a ser el único candidato en este estilo. Pasar a una lista es una manera de prolongar una presencia política, y de mantener a raya la curiosidad de fiscales y policías. Pero a la vez vivir sin sirena es exponerse a todo lo que puede sucederle a un candidato impopular, cosas como la indiferencia o los insultos.
Va a haber cierta competencia entre candidatos que vienen del Club Boluarte. Santiváñez tiene hasta 72% de rechazo en alguna encuesta, pero otros exministros no tienen ni eso. Es poco probable que sus nuevos anfitriones políticos los ayuden a llegar. Más bien van a sufrir todo tipo de fraterna zancadilla, y el 2026 queda lejos.
¿Qué puede decir Santiváñez a su favor? Fiscales y policías le siguen los pasos desde hace tiempo, y Palacio ha tenido que irlo salvando de a pocos, a medida que él iba negando lo evidente (lo seguirá haciendo). Fue censurado por ser un pésimo ministro del Interior. ¿Para qué serviría un político así en un Congreso lleno de abogados truchos?
A los amigos del actual gobierno les va a ir naturalmente mal en abril próximo. Quizás algunos tengan fondos suficientes para montar una campaña de intensidad presidencial. Todos van a ser sospechosos de mantener relaciones capilares con diversas formas de economía ilegal, comenzando por la modestia de los mochasueldos.
¿Ayudará el Ejecutivo a Santiváñez? Una cosa es si se lanza con el partido del hermano Boluarte, y otra si logra ir por fuera. Lo cual abre la pregunta sobre si Dina será un activo o un pasivo en la elección que viene. Pero eso ya es otra historia.

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco X. Cero Facebook. Cero Instagram, cero TikTok. Poemario más reciente: Chifa de Lambayeque (Lima, Personaje Secundario, 2024). Próximo poemario será la quinta edición de Sobrevivir. Acaba de reeditar el poemario Los asesinos de la Última Hora (Lima, Cepo para Nutria, 2025).