Columnista invitado. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.

La difícil normalización comercial entre Estados Unidos y China, por Antonio Pagán

"Ni siquiera parece que el acuerdo de TikTok, sobre el que se han reportado avances en los últimos días, vaya a ser cerrado sin dificultades. Un asunto fundamental, sobre el que todavía no se ha informado, es quién tendrá finalmente el control sobre los algoritmos"

Este viernes tuvo lugar una conversación telefónica entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping, con el objetivo de reconducir la relación comercial entre ambas potencias y llegar a un acuerdo sobre TikTok. Estados Unidos exige que esta red social china, propiedad de ByteDance, pase a manos de inversores estadounidenses o, en caso contrario, quedaría vetada en el país.

Según ha anunciado el propio Donald Trump en su red social Truth Social, ambos líderes han logrado avances en asuntos importantes como comercio, fentanilo, la guerra entre Rusia y Ucrania y, también, la cuestión de TikTok. No obstante, no se ha especificado en qué han consistido dichos avances.

El elemento más concreto de la conversación ha sido la confirmación, por parte de Donald Trump, de que han acordado reunirse personalmente durante la próxima cumbre de APEC, que tendrá lugar en Corea del Sur a partir del 31 de octubre. Tras esta reunión seguirá también una posible visita del presidente estadounidense a China a principios de 2026.

¿Estamos, por tanto, ante un posible deshielo en el ámbito económico y comercial entre Estados Unidos y China? Ciertamente, eso es lo que a priori parecería estar en el interés de ambas potencias. Especialmente si tenemos en cuenta que en las últimas semanas está aumentando la incertidumbre acerca de la economía estadounidense, y que China está atravesando una situación de ralentización económica. No obstante, habría que ver esta situación con cierta cautela.

Por un lado, no hay perspectivas de que sus disputas económicas vayan a desaparecer a corto o medio plazo. El hecho de que los aranceles entre ambos países todavía se mantengan, con un 30% para los productos chinos que entran en Estados Unidos y un 10% para los productos estadounidenses importados por China, es un reflejo de cuán difíciles son de resolver sus desacuerdos económicos. A esto también contribuye que China siga usando su control sobre la exportación de tierras raras como herramienta negociadora. Por otro lado, tampoco se aprecia un fin de la rivalidad a nivel general, más allá del ámbito puramente económico, entre ambas potencias.

Ni siquiera parece que el acuerdo de TikTok, sobre el que se han reportado avances en los últimos días, vaya a ser cerrado sin dificultades. Un asunto fundamental, sobre el que todavía no se ha informado, es quién tendrá finalmente el control sobre los algoritmos. Este ha sido uno de los principales motivos por los que esta red social ha sido considerada, desde algunos sectores de Estados Unidos, como un desafío de seguridad nacional: los algoritmos permiten, a priori, ejercer el control sobre los contenidos que los usuarios consumen.

Habrá que seguir con atención la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en APEC, así como la posible visita del mandatario estadounidense a China el próximo año. Sus conversaciones determinarán hasta qué punto pueden conseguir una normalización comercial que también sería beneficiosa para la economía global.

Columnista invitado

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