Gestora Cultural con más de diez años de experiencia en el diseño y ejecución de proyectos sociales, políticos y culturales en el sector público y privado. Con experiencia en docencia cultural e investigación. Actualmente, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Civil Transparencia. Reside en Cajamarca

Trece vidas, y muchas responsabilidades, por Cynthia Cienfuegos

El gobierno ha perdido el control, y no ha sido capaz de responder con inteligencia y sentido de urgencia ante una crisis que hoy nos desborda.

Ya son quince días desde que el Perú recibió la noticia del secuestro y asesinato de 13 trabajadores mineros en Pataz. Esta tragedia refleja el fracaso del gobierno, y haber llegado hasta aquí es una absoluta responsabilidad política e institucional.

El estado de emergencia, y el conjunto de iniciativas anunciadas por el ejecutivo para combatir la inseguridad en los territorios, son apenas elementos superficiales y fallidos en medio de un complejo tejido de incompetencia, complicidad e impunidad a favor del crimen organizado. Las mafias y redes criminales se mantienen y se extienden, lamentablemente, porque hay un sistema político y social que las sostiene. El gobierno ha perdido el control, y no ha sido capaz de responder con inteligencia y sentido de urgencia ante una crisis que hoy nos desborda. Al contrario, ya diversas organizaciones, medios de comunicación y actores sociales venían alertando sobre un conjunto de leyes que favorecen intereses particulares y fortalecen la minería ilegal.

Lo suscitado en Pataz ya no es un signo de alerta. Es la evidencia que hemos fallado en todos los niveles, y una muestra clara de la ausencia del Estado en diversos territorios. Lo peligroso aquí es solo asumir un papel de observadores, perder la capacidad de reaccionar e iniciar un proceso donde normalicemos vivir en la criminalidad. Si bien este problema, que es la suma de otros problemas estructurales, nos afecta a todos, no nos afecta a todos por igual. Las comunidades indígenas, los pequeños emprendedores, el trabajador informal, las mujeres, o el joven migrante que sale en busca de mejores oportunidades son los grupos más desprotegidos. Echemos un vistazo a las víctimas de las mafias, del sicariato o de las extorsiones: ¿quiénes son? ¿Qué aspiraciones tenían? ¿Por qué las olvidamos?

A puertas de las elecciones 2026, iniciar un proceso de reflexión colectiva y descentralizada sobre la reconstrucción de la democracia y la recuperación de nuestras instituciones no solo es una tarea para los partidos políticos, sino también para la ciudadanía en su conjunto. Porque algo que tampoco podemos normalizar es ser gobernados por una clase política incapaz de defender lo fundamental: la vida.

Cynthia Cienfuegos

Modo Norte

Gestora Cultural con más de diez años de experiencia en el diseño y ejecución de proyectos sociales, políticos y culturales en el sector público y privado. Con experiencia en docencia cultural e investigación. Actualmente, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Civil Transparencia. Reside en Cajamarca