Una detención madrugadora pedida por la Fiscalía y ordenada por el Poder Judicial contra el hermano de la presidenta Dina Boluarte hizo saltar los resortes. El sistema de justicia parecía encaramarse por encima de los ataques contra su equipo fiscal y su soporte policial –eliminado la noche anterior– y pasar a la ofensiva. No se trataba de un operativo más. Eran ‘Los Waykis (hermanos) en la Sombra’.
En la relación de los otros calificados para la detención preventiva figura Mateo Castañeda, abogado de la presidenta Dina Boluarte para el caso de los relojes Rolex y las joyas de alta gama que fueron “prestados” por Wilfredo Oscorima.
La razón judicial que justifica la detención preventiva de Nicanor Boluarte se aboca a la labor ilegal del hermano presidencial de querer captar militancia para su organización política dentro del aparato del Estado e interferir en las elecciones de tenientes gobernadores.
El otro personaje, exfiscal y abogado penal, realizó negociaciones con dos miembros del equipo policial especial a cargo de la doctora Marita Barreto en Eficcop, ofreciéndoles ascensos a general a cambio de que se cierre el expediente de investigación contra Nicanor Boluarte.
En paralelo, una estrategia descubierta para difamar, perjudicar y obligar a la dimisión del coronel Harvey Colchado corría también entre las sombras. Supuestamente, fue ordenada por la presidenta para vengarse del allanamiento de su domicilio y de la persecución de que era objeto su hermano.
El juez Richard Concepción Carhuancho sopesó los indicios y aprobó la intervención policial para la detención de Boluarte, Castañeda y de otros más. La disolución del equipo especial no logró detener la determinación fiscal.
Palacio de Gobierno ahora se cuida de declaraciones altisonantes y bravuconadas del estilo de “mi hermano se puede reunir con quien se le pegue la gana”, ahora no se quiere distraer “con temas menores” y “por eso es tan importante el respeto a nuestra Constitución”.
En tanto, en el Congreso, verdadero soporte de la mandataria, parece que nada ocurriera. Sigue el festín de los organismos constitucionales autónomos. Continúan las leyes que pretenden amarrar el siguiente proceso electoral a un solo destino. Sigue la codicia sin freno. Finalmente, creen que todo lo pueden. Tienen a su socia con fecha de expiración y la distracción que requieren para seguir con sus tropelías.
Sin embargo, se trata de un día muy especial y adverso para los socios políticos que gobiernan. No han logrado doblegar a sus investigadores. No han silenciado a sus acusadores. Más temprano que tarde, la justicia y la verdad verán la luz. La consigna es no claudicar.
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