Fútbol, seguridad y economía, por Augusto Álvarez Rodrich

Importancia de hacer cambios cuando la cosa va muy mal.

En el fútbol, como en la seguridad o la economía, y como en casi todo, sirve estar atento a lo que dice la ciudadanía, no necesariamente para hacerle caso siempre, aunque a veces puede ser útil, sino para saber qué se piensa fuera del espacio donde se toman las decisiones, especialmente cuando es obvio que los resultados son muy malos.

Como con la selección de fútbol, que, con un punto de doce en cuatro partidos, ubicado en el penúltimo puesto, ha dejado molesta a la afición que anteanoche le gritó en el estadio al DT del equipo: ‘¡Fuera, [Juan] Reynoso!’.

Los resultados interesan siempre en el fútbol, especialmente si son desastrosos, pero lo que más inquieta en este caso es la constatación de que este equipo no está jugando a nada, generando la sensación de que se requieren cambios urgentes antes de que se amplíe el pedido de cambio de entrenador, especialmente por el recuerdo de la tranquilidad que Ricardo Gareca proyectaba incluso en los malos momentos deportivos que también tuvo.

Algo similar ocurre con la iniciativa del gobierno de cárcel de 30 años por el robo de un celular, lo cual parece más orientado a la búsqueda de titulares periodísticos antes que a la solución de la delincuencia. Si eso corresponde a un ratero de teléfonos, ¿qué hacer con un congresista mochasueldo? ¿500 años de prisión? Ni el gobierno ni el Congreso ni la sociedad civil tienen hoy una respuesta al grave fenómeno de la inseguridad. La gente está harta de que le roben el celular —4.600 cada día en el país—, pero debería darse cuenta de que esta idea es un desatino del gobierno por no encontrar una solución.

Lo cual nos lleva a otro rubro hoy también complicado del quehacer nacional: la economía familiar. La confianza del consumidor cae, la pobreza crece, el gasto de las familias baja, el subempleo está en alza, y tanto la gente como las empresas reclaman una actitud y decisión diferentes del gobierno y especialmente del MEF, donde su titular, Alex Contreras, debería construir liderazgo. Por ejemplo, corrigiendo a su colega de trabajo que cree que el alto costo laboral no frena la formalización.

Si Alex Contreras no lo logra pronto en el MEF y en el gobierno, puede ponerse en la misma cuerda floja en la que ya está Juan Reynoso en la selección.

Augusto Álvarez Rodrich.

Claro y directo

Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.