Opinión

La variopinta tripulación del J19 de hoy, por Augusto Álvarez Rodrich

Que no haya muertes y que ayude a salir del atolladero.

AAR
AAR

La toma de Lima, marcha, protesta o como cada uno quiera, según sus convicciones y emociones, llamarle a la movilización de hoy, tiene promotores muy entusiastas en ambos lados.

Están los que la promueven como si fuera el último tranvía que sale de la estación y los que se oponen como si en ella se jugara el fin del mundo, pero también hay un sector, quizás mayoritario, con sentimientos mixtos ante el J19.

Lo que debe ser claro para todos, los que van a la marcha, los que la apoyan sin asistir, los que se oponen, pero, principalmente, el Gobierno que dirige a las fuerzas del orden, es que el derecho a la expresión pública debe ser respetado con un pulcro manejo de los derechos ciudadanos —a diferencia de inicios de año—, lo que implica un comportamiento sin violencia de cualquier tipo, y que, quienes lo hagan, sean detenidos y procesados, no asesinados.

Los que protesten y los que no lo hagan debieran respetarse mutuamente, algo que, lamentablemente, no sucede en medio de la polarización vale todo que es hoy el Perú, donde se tritura la verdad y se abusa del agravio.

En medio de este fuego cruzado están los que apoyan el adelanto electoral —85% de la ciudadanía— por la severa crisis de representación de los políticos peruanos, pero que observan la marcha de hoy con distancia desde por la crisis económica —en parte por las protestas de inicio de año— hasta por la multiplicidad de objetivos, donde el adelanto electoral es uno, entre varios, al cual se suman otras causas como la asamblea constituyente, oposición a la inversión, promoción de la violencia o la reposición del expresidente golpista.

Al respecto, si, incluso, la marcha de hoy fuese solo una protesta contra el Gobierno precario de Dina Boluarte y de un Congreso mediocre y corrupto, un problema de fondo es la participación camuflada de los cómplices de Pedro Castillo, que incluye, por ejemplo, a quienes están formando en este momento una alianza en el congreso para poner a un ‘Niño’ en su presidencia.

Ojalá que la marcha de hoy sea pacífica y sin muertes, y que se convierta en un granito de arena para salir del atolladero institucional en el que está el Perú y que afecta principalmente a los más pobres, depurando en el camino la tripulación tan variopinta de hoy.