La izquierda en el 2023, por Mirko Lauer
"La esencia de haber sido la izquierda tan seriamente afectada por Castillo es que el futuro de sus agrupaciones, juntas o por separado, no está en sus manos".
De todas las cepas de izquierda en este momento la más notoria es la que sigue interesada en Pedro Castillo, pero no lo dice. El interés es por alguna forma de lealtad al triunfo electoral del 2021, considerado un parteaguas de clase en el país, o por la posibilidad de aprovechar a un personaje que sigue más o menos bien en las encuestas.
Para el sector de izquierda que trabajó con el Gobierno de Castillo a pesar de todo, una buena manera de lavarse la cara sería una caída de Dina Boluarte, tan estrepitosa como la de su antecesor. No olvidar que uno de los objetivos de las pasadas protestas fue borrar los efectos del golpe de Castillo y reponerlo en la presidencia perdida, y lo sigue siendo.
Menos notorias son las personas que simplemente se han retirado de la izquierda, pero cada vez más intelectuales expresan opiniones en este sentido. Hay quienes llegan a afirmar que Castillo le hizo mucho más daño a la izquierda legal que Abimael Guzmán. Pero igual este sector cabe en el 79% que está en contra de Boluarte.
Hay una izquierda excastillista franca por el momento, y está en el Congreso, liderada por Patria Libre. Su estilo es burocrático y sus propósitos son más bien inmediatos: obtener todos los beneficios que se pueda de aquí al 2026. Que se sepa, PL funciona mucho más como una bancada que como un partido político leninista, que es como se ve en el espejo.
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La esencia de haber sido la izquierda tan seriamente afectada por Castillo es que el futuro de sus agrupaciones, juntas o por separado, no está en sus manos. Está en las de una derecha dedicada a buscar el escenario que más le conviene. El adelanto electoral se aplaza para ir enfriando los vientos de fronda radical que soplan en las calles.
En la medida que subsista un sector castillista que no quiere revelarse como tal, será muy difícil que otros sectores prosperen en la izquierda. Quizás es una oportunidad para las izquierdas más moderadas o racionales (caviares). Aunque en este juego de izquierdas que se desflecan los ganadores están en todas las gamas de la derecha, y eso incluye a los partidos de alquiler.
