Hace unos días celebrábamos el Día Internacional de la Libertad de Prensa, elemento fundamental de nuestra democracia y pilar de la lucha por diversos derechos. Basado en el derecho a la libertad de expresión, su protección es mandatoria para la diversidad, y en base a dicha diversidad, la vigencia y validez de la democracia.
El ejercicio de la libertad de expresión, y de manera especial de la libertad de prensa, requiere de darle la posibilidad a todos y todas de poder expresar sus ideas sin una censura previa, pero con la responsabilidad de los contenidos que se emitan y compartan.
Pero en estos tiempos digitales, la inteligencia artificial aparece cual artífice de construcción de contenidos y requiere un instante de ponerse a pensar ¿en qué puede la inteligencia artificial reemplazar la labor de la prensa?
No es nueva la posibilidad (y bastante real en más de un caso) de tener bots que produzcan contenido en base a información que puedan tomar de base; pueden “voltear” notas, pueden construir textos, pero tienen dos limitaciones básicas: la primera es la fuente de donde se nutren. Su fuente es el alcance de la información sobre la cual construyen (una base más amplia permitirá tener más elementos para generar un “promedio” y con ello “brindar” un contenido); pero esta primera limitación debe medirse en función de la segunda: los sesgos de construcción de la herramienta (aka la inteligencia artificial).
Y es que resulta paradójico que veamos el instrumento tecnológico, pero olvidemos que es construido por otras personas, si estas personas colocan sesgos (con intención o sin ella) para el análisis de la información, o para la construcción de las bases de datos, o para el tipo de información que toma la IA, termina generando algo que no es “neutro”, porque la tecnología no es buena ni mala, pero nunca es neutra.
Pero alguien pudiera preguntar: ¿Y si una IA hace una IA? #SciFiLaw, si las reglas iniciales están claras, similares a las planteadas por Asimov a un cerebro positrónico como mandatos imperativos, seguirán dichas reglas como si fuera una licencia vírica. El tema está en que con una generación sin reglas, donde el machine learning no tenga mayores parámetros que la “tendencia” o la “mayor presencia de casos positivos”, pudiéramos terminar dependiendo de la forma de aprendizaje. Y esto nos lleva de nuevo al ¿cómo aprendemos? ¿Cómo aprenderá la IA? ¿Qué programación para aprender y aprehender tiene dicha tecnología?
Volvamos a la libertad de expresión y a la libertad de prensa. La IA no ejercerá libertad de expresión o de prensa, no es un ser humano, quizás en el futuro pueda tener personería jurídica legalmente dada o veamos la aparición de ser consciente y en ese camino podrá crear algo; pero mientras ello ocurre, lo que produzca una IA tiene como limitante su propia creación, pero se hace necesario entender que la formación de los nuevos periodistas, la utilización de herramientas como IA debe incorporarse, pero sin perder la impronta, dada por la libertad de expresión, en los contenidos. Una IA puede crear una nota de prensa, pero no puede crear una noticia, que requiere de la impronta propia del periodista.
Lo cierto es que al momento tenemos más preguntas que respuestas, pero quizás las preguntas no son nuevas, sino que pueden encontrarse en diversas novelas de ciencia ficción de los pasados 100 años. Una visión pesimista donde la IA termina llegando a la conclusión de que la única manera es eliminar a los humanos o una visión optimista donde la IA sirve para desarrollar nuestra sociedad y eliminemos las brechas sociales y las diferencias.
Probablemente, la respuesta es que la IA actual no sea ninguna de las dos, pero sí queda claro que la visión protecnología se olvida que dicha tecnología fue hecha por personas con sus propias dimensiones, realidades, prejuicios y miedos.
Socio de Iriarte & Asociados. Abogado. Magister en Ciencia Política y Gobierno con mención en Políticas Públicas y Gestión Pública (PUCP). CEO de eBIZ. Fue Primer General Manager LACTLD, asociación de ccTLDs de America Latina. Coordinador de la Meta sobre Marco Regulatorio de Sociedad de la Información del Plan eLAC. Asesor Legal del ccTLD .PE