Hubiera sido estupendo que una persona trans llegara al Congreso pues se requiere ahí la voz y voto de todos los colectivos de la pluralidad que es el Perú, pero hubiera sido lamentable que Gahela Cari fuera la primera, por su orfandad de ideas mostrada en las entrevistas de estos días.
La expectativa por la accesitaria Gahela Cari surgió por la posibilidad de que el exministro Roberto Sánchez fuera desaforado por su supuesta participación en el intento de golpe de estado anunciado por Pedro Castillo.
Sánchez, sin embargo, y a diferencia de la expremier Betssy Chávez —cuya participación en el golpe sí es irrefutable—, no fue desaforado, impidiéndose que una persona trans sea congresista por primera vez en el Perú.
Una versión sostuvo que Sánchez no perdió su curul porque la evidencia de su papel en el golpe era débil —como cree esta columna—, sino porque los congresistas no querían una colega trans. Narrativa útil para destacar la transfobia lamentable que hay en el Perú y, seguramente, como señala Gahela Cari, en un congreso que “es transfóbico y no ha hecho nada por las personas trans”, pero inconsistente con otra versión obtenida por esta columna.
Según esta, el presidente de Juntos por el Perú no fue desaforado por la transfobia del congreso, sino por un pacto con el fujimorismo, cuya bancada no solo votó contra su salida del parlamento, sino que hasta se interesó por conseguirle abogado, siendo al final, tras varias consultas, y desde la antípoda política, Domingo García Belaunde.
En ese contexto, Gahela Cari —quien proviene del movimiento de Verónika Mendoza— ha ofrecido algunas entrevistas periodísticas en las que ha demostrado una debilidad de ideas penosa, sosteniendo, por ejemplo, que “yo no tengo vivienda por culpa de la constitución, no hay un derecho a la vivienda”, entre otras tonterías.
Ojalá que la primera persona trans en llegar al congreso sea alguien preparada y no como Gahela Cari. Una forma de discriminación es tolerar o justificar la ignorancia y hasta el crimen solo por su origen racial u opción sexual.
¿A cambio de qué el fujimorismo salvó a Sánchez? Ya se sabrá. Lo único cierto es que en este congreso aún no hay trans, solo siguen los tránsfugas.
Economista de la U. del Pacífico –profesor desde 1986– y Máster de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy, Harvard. En el oficio de periodista desde hace más de cuatro décadas, con varios despidos en la mochila tras dirigir y conducir programas en diarios, tv y radio. Dirige RTV, preside Ipys, le gusta el teatro, ante todo, hincha de Alianza Lima.