Opinión

Eso que llaman diversidad

"Eso que llaman perspectiva de género y de diversidad no es un aspecto mínimo, ni debería ser opcional; son parte fundamental en la creación de piezas comunicacionales".

Como cada cierto tiempo, publicidades con serios problemas de tratamiento en lo que respecta a diversidad y enfoque de género acaparan el debate público virtual. Y, a esta altura, ya es momento de descartar la idea de que se divulga lo que el público quiere y le gusta.

De hecho, apenas salieron a la luz las campañas de Natura y la Liga Contra el Cáncer, las redes sociales se colmaron de cuestionamientos interesantes, sustentados y una interrogante válida: ¿cómo es que estas piezas lograron superar los filtros? Es aquí en donde debería quedar claro lo siguiente: no se puede transformar la publicidad si la consciencia de género y diversidad no llega a los espacios de tomas de decisión.

Y no se trata de un cargamontón en línea ni un ensañamiento clásico de los trolls de Twitter. Basta un análisis básico y superficial en cuanto a conceptos de diversidad y perspectiva de género para identificar qué falló tanto en ‘‘El encuentro de la belleza y el color’’, como en ‘‘Ábrete amiga’’.

Por supuesto, una persona especializada podría profundizar sobre otras aristas. Pero hablamos de dos campañas que, muy probablemente, pasaron por más de dos etapas de aprobación —quizás más — sin que nadie alertara que algo estaba mal o sin que se haya tomado en cuenta a quien o quienes señalaron los problemas en ambas propuestas.

En las agencias de publicidad, como en los medios de comunicación, existen roles y cargos que no se pondrían en discusión, y que incluso se crean como respuesta al comportamiento de las audiencias y de las nuevas tecnologías. Resulta crucial que se vean a expertas y expertos en temas de género, diversidad e inclusión de la misma manera.

Que estas figuras no sean tratadas de acuerdo a su valor y aporte es problemático porque evidencia que la representación y la erradicación de estereotipos y roles de género no son prioridad para los agentes que contribuyen en la construcción del imaginario colectivo social como es la publicidad.

No es Natura, no es la Liga Contra el Cáncer. Tampoco es Tambo, ni Nosotras. Es mucho más grande. Eso que llaman perspectiva de género y de diversidad no es un aspecto mínimo, ni debería ser opcional; son parte fundamental en la creación de piezas comunicacionales. Lo claman las audiencias cada día con publicaciones virales y sin ellas.