Clima de marzo
"Podemos pensar que estamos en un impase, en una tregua, en un estancamiento o en un pulseo. Todas palabras que apuntan a formas del inmovilismo".

¿Van a pasar cosas en marzo? Poco probable. Ejecutivo y Legislativo se han atrincherado en sus posiciones. La protesta ha perdido momento, y el adelanto electoral también. Además, los tres hechos que suelen mover la temporada —retorno a clases, pliegos sindicales, pagos a la Sunat— se anuncian como eventos sin mayor impacto en la política.
Podemos pensar que estamos en un impase, en una tregua, en un estancamiento o en un pulseo. Todas palabras que apuntan a formas del inmovilismo. En el fondo da la impresión que estamos esperando que los problemas de esta hora se resuelvan solos, aunque sin una idea de cómo podría suceder eso. En todo caso no va a suceder en marzo.
Pero las necesidades están a la vista. Se precisa un relanzamiento, no necesariamente electoral, del liderazgo en todos los sectores. En esto los políticos serios podrían ayudarse los unos a los otros, incluso cruzando las barreras ideológicas. Si no se empodera al discrepante, no se tendrá con quién empezar un diálogo.
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La principal discrepancia en el país hoy es con Palacio y Congreso. Rodea a ese sentimiento la idea que su bajísima aprobación, producto sobre todo de los muertos en la protesta, los va a retirar rápido del poder. Otra idea ha sido que el susto por la baja aprobación precipitaría el adelanto electoral que una amplia mayoría les reclama.
Nada de lo que se esperaba ha sucedido. La fuerte protesta no tumbó al gobierno ni al Congreso, ni los volvió más concesivos. Pero haber sobrevivido no fortaleció a Palacio ni a Congreso. Simplemente los volvió más empecinados. Pero la parte política de la protesta ha desaparecido. Ahora vendrá la etapa de los reclamos económicos.
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No pasó lo esperado. ¿Significa que va a pasar lo inesperado? Esa es una posibilidad permanente en la política. Sin embargo, el verano con sus calores se puede volver un tiempo de postergaciones. Aunque no para los congresistas de todo tipo dedicados a gestionarse un poder por encima de la Constitución.
Algunos deseos para marzo: emergencia de liderazgos regionales serios, avance del centro-izquierda político, lanzamiento de una mesa de diálogo nacional, primeros informes de investigación sobre las muertes, sobre los vándalos más organizados, y sobre las redes del castillismo.






