Palabra de Keiko
“Es obvio que repetirá la estrategia del terruqueo al adversario, lo que debe ser música para los oídos de gente como Antauro Humala”.
No soy bruja, pero esa bola de cristal llamada sentido común me permite predecir sin casi margen de duda que, en las próximas elecciones, tendremos otra vez a Keiko Fujimori de candidata. Y, para que vean mi nivel de precisión, nuevamente su campaña se basará en el terruqueo del adversario que le toque.
¿Las pruebas? Pues que la doña volvió a jurar esta semana, sobre la Biblia, la Constitución y su diario íntimo, que no piensa candidatear, lo que no hace sino confirmar que lo hará de todas maneras. Y me atrevería a decir que el eje de su plan es justo esa mentira, porque, uno, la desenfoca del desmadre en el que nos encontramos y, dos, la hace quedar como la buena de la peli, en tanto su bancada es la única comprometida con el adelanto de elecciones.
PUEDES VER: Perú Libre rechaza declaratoria de persona no grata a presidente colombiano, Gustavo Petro
Por si fuera poco, ella misma reveló sin querer (ay, el subconsciente) cómo sería su campaña cuando dijo: “No voy a ser un factor más, o una excusa de los rojos, para que me sigan echando la culpa”. Es decir, cero autocrítica, porque nunca aceptará que la eterna crisis que vivimos comenzó con su negativa a reconocer la derrota el 2016 (con PPK), con el terrible papel de su bancada y, finalmente, con el fraudismo el 2021 que polarizó al país tras el triunfo de Pedro Castillo.
Además, es obvio que repetirá la estrategia del terruqueo al adversario, lo que debe ser música para los oídos de gente como Antauro Humala, quien debe estar rezándole a Santa Hello Kitty para que, en una segunda vuelta, le toque Keiko como contrincante, seguro de que, si un candidato mediocre como Castillo pudo derrotar a la favorita de los grandes poderes, un político experimentado como él la hará chichirimico.
PUEDES VER: PJ dispuso liberación del dirigente Cirilo Jara en modalidad de comparecencia con restricciones
Así que, queridos compatriotas, si no queremos tener al loquillo de los Humala jurando el 28 de julio de 2026, será mejor que salgamos en avalancha (Boluarte dixit) a pedirle, a exigirle, a rogarle a Keiko que, por favor, solo por esta vez, cumpla su palabra.
