Opinión

¿Protesta adelantista sincera?

"Presionar por una aceleración del adelanto electoral está bien. Pero no hay garantías de que eso tranquilice la situación".

Presionar por una aceleración del adelanto electoral está bien. Pero no hay garantías de que eso tranquilice la situación. El primer anuncio de adelanto no lo hizo, pero puede considerarse que ese fue preliminar, pendiente de una segunda votación. Dos proyectos del Ejecutivo para el adelanto no van a conmover a la protesta, nos tememos.

 La sensación es que la parte más dura, y acaso hasta profesional, de los movilizados realmente quiere que Dina Boluarte y los congresistas dejen el poder de manera instantánea, como tuvo que hacerlo Pedro Castillo. No son solo las personas mismas el tema de los duros, sino un golpe a la continuidad institucional del Estado.

En esto es posible advertir una razón paradójica, para la cual el adelanto una vez concretado no va a calmar las furias del vandalismo, sino más bien intensificarlas. El ritmo de las cosas nos está sugiriendo que los reclamos de renuncias son también tácitos llamados a que no haya elecciones. Es decir que la violencia se instale como eje de la política.

¿Es por eso que los líderes de la parte dura y violenta de la oposición en las calles casi no aparecen por ninguna parte? Tienta pensar que no les interesa dar la cara o negociar, pues sienten que todavía tienen mucho que ganar con el ejercicio de demolición en curso. El aumento de las víctimas va debilitando cada vez más al gobierno.

Pero no solo hay dureza y violencia. Los marchantes molestos y a la vez serenos siguen siendo una presencia en muchos lugares. Pero no parece incomodarlos mucho ser aprovechados para la colocación de estallidos vandálicos, como hemos visto en el centro de Lima en estos días. Son dos velocidades muy diferenciadas.

Dicho todo lo anterior, una elección hacia el final de este año ya parece inevitable. ¿Cómo la imaginamos? Ciertamente, no como un proceso tranquilo, sino como uno que tendrá que ser defendido todos los días, incluso frente a algunos de sus participantes. Pues hoy reclaman muchos más que los que mañana van a defender.

Es probable que la protesta mejor organizada de hoy tenga desde ahora planes para acompañar la elección exprés de una nueva presidencia y un nuevo Congreso, y sacar el mayor provecho posible de ellas. ¿Se presentará ella como un solo partido?