Opinión

Mamá, papá, llegó el bloqueo, por Mirko Lauer


Mamá, papá, llegó el bloqueo
Mamá, papá, llegó el bloqueo

Los bloqueos de carreteras tienen un evidente parentesco con la reciente pandemia. Son súbitos, con tendencia a volverse universales para una localidad. Es decir, todos bloqueados. Su esencia, su propósito, es la inmovilización de todo lo que se mueve, como personas, vehículos, mercadería. Es una infección que tiene corona, o al menos así cree.

En el fondo no es una táctica violenta, y sus cultores se disculpan afirmando que no tienen otro recurso de protesta, que de otro modo no serían escuchados. Sin embargo la carretera cerrada parece prestarse bien a formas de choque con la Policía, y de negociación ventajosa con sectores de la población afectada.

Si se le da suficiente tiempo al bloqueo, pasará de impedir el tránsito a congelar la actividad económica y la economía de los hogares. Con ello, la protesta originaria del bloqueo se transforma en una forma de castigo a la población circundante, parte de ella silenciada bajo amenaza, como entendemos que está sucediendo en Ica.

El efecto paralizante de la economía y de la vida en la zona de la interrupción no parece preocupar mucho a los bloqueadores. En muchos casos se consideran la totalidad de la población local, o por lo menos piensan que la representan legítimamente. Sin embargo, los habitantes de la zona están igual de bloqueados que los camiones sobre el asfalto.

En los bloqueos de este diciembre-enero (pronto febrero), toda la publicidad es para un par de reclamos políticos específicos contra Dina Boluarte y el Congreso. Donde hay cuadros conectados a otro nivel, se promueve una nueva Constitución. Todo es estudiadamente nacional y asolapado en cuanto a vocería.

En otras palabras, los reclamos de la población local se han mantenido tan bloqueados como los vehículos en la carretera. Los organizadores de la movilización política de estas semanas no han querido perder tiempo con reclamos particulares que no son su objetivo, ni juntos ni por separado.

En muchos casos lo que marcha por la capital del país con el nombre de una región o localidad son abstracciones. Por cierto que hay casos de bloqueos solidarios en algunas zonas, pero los videos sugieren que no son mayoría. La mayoría hoy está buscando precios para la canasta familiar y preguntándose qué va a ser del empleo bloqueado en estos días.