Lo mejor y peor de 2022, por Sandro Mairata

“Vayan a ver en una sala de cine Willaq Pirqa; el placer del mejor filme peruano del año, divertido y hablado en quechua, vale la pena”.

Por Sandro Mairata | @CINENSAYOLat y @smairata

Cerrando el año de cine con una de las peores crisis en nuestra historia, no podemos pasar la oportunidad de señalar aquello que nos dio gusto ver y otras cosas más que lamentamos del cine en el Perú este 2022 que se va. Uno de estos punto álgidos por estos días es la mala combinación de factores exógenos que afecta a una cinta como Willaq Pirqa: el cine de mi pueblo, que ha sido recibida como nunca antes con el beneplácito unánime de la crítica, pero que aún lucha por más salas y más público en un contexto entendible en que la gente simplemente tiene miedo a salir. Vayan a ver en una sala de cine Willaq Pirqa; el placer del mejor filme peruano del año, divertido y hablado en quechua, vale la pena.

También en 2022 se volvió a la presencialidad, algo tan familiar ahora que olvidamos que a inicios de este mismo año nos era extraño. Volvieron los festivales presenciales, volvieron los avant-premières, las alfombras rojas, los cócteles de inauguración y de clausura.

Volvieron también los vicios del cine peruano; el cine comercial tuvo un rosario de pésimos títulos con imperdonables lastres técnicos (¡No me digas solterona! 2, Mundo gordo) y terribles falencias de dirección (La pena máxima, Busco novia). También hubo títulos que no merecían siquiera haberse exhibido (Sugar en aprietos) o lanzamientos que iniciaron oficialmente el cine conservador masivo en el Perú, con sus variantes político-conspiranoica (La hora roja) y religioso-fanática (Atrapado). Pero nada más lamentable que el desperdicio de recursos técnicos, actorales y de presupuesto en mercadeo para Hasta que nos volvamos a encontrar, de Netflix. Sus factótums quisieron tratarnos como en el cuento de “El traje nuevo del emperador”: nos quisieron convencer que tamaño traste era un filme bueno.

Pero mejor vayamos a las listas: el criterio es haber tenido exhibición masiva este año. Como siempre, este recuento tendrá el hándicap de estar incompleto.

Mejores estrenos nacionales

1. Willaq Pirqa, de César Galindo

2. Entre estos árboles que he inventado, de Martín Rebaza

3. Mataindios, de Óscar Sánchez y Robert Julca

4. Pakucha, de Óscar Catacora

5. Vida férrea, de Manuel Bauer

6. El corazón de la luna, de Aldo Salvini

7. Yakuqñán, caminos del agua, de Juan Durán

8. Lina de Lima, de María Paz González

9. Peso gallo, de Hans Matos

10. Autoerótica, de Andrea Hoyos

Peores estrenos nacionales

1. La hora roja, de Juan Carlos Díaz

2. Busco novia, de Daniel Vega

3. Atrapado, de Pedro Ramírez

4. Sugar en aprietos, de José Salinas

5. Mundo gordo, de Sandro Ventura

6. La pena máxima, de Michel Gómez

7. Hasta que nos volvamos a encontrar, de Bruno Ascenzo

8. Seductores irresistibles, de Rodrigo Viaggio

9. ¿Nos casamos? Sí, mi amor, de Pedro Flores

10. ¡No me digas solterona! 2, de Ani Alva Helfer

La República

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