La victoria de Lula, por Mirko Lauer
“Las políticas ineficientes, los argumentos legales truchos, los exabruptos al filo del fascismo, son elementos de la triste herencia que deja el golpe de Estado de Bolsonaro contra el PT y su dirigencia”.

Luego de haber intentado aplicar todo lo que Donald Trump le enseñó en la pasada elección estadounidense, parece que Jair Bolsonaro también va a perder la suya. Lula da Silva, el hombre que Bolsonaro intentó enterrar para siempre en una cárcel, le va a arrancar la presidencia. En primera vuelta mañana domingo, o en segunda a fin de mes.
Anteayer un agregador de datos vinculado a la prestigiosa encuestadora Datafolha presentaba a Lula con 52% de los votos válidos y a Bolsonaro con 35%. De ser así se concretaría el deseo del dirigente del Partido de los Trabajadores de obtener la presidencia en primera vuelta y ahorrarse las maniobras de última hora desde la derecha.
La misma Datafolha informaba ese día que 51% de los consultados no creía en nada de lo que estaba diciendo Bolsonaro. En su desesperación el presidente brasileño llegó incluso a hacer campaña en los funerales de la reina Isabel II de Gran Bretaña. Aun así, Bolsonaro al parecer no pasará del 39% en segunda vuelta, si la hay.
Lula se perfiló como ganador desde el momento en que el tinglado judicial para encarcelarlo y descalificarlo como candidato empezó a desmoronarse. Cuando Sergio Moro, el juez que cambió esa condena por un ministerio de justicia, perdió todo prestigio, las cosas empezaron a aclararse todavía más. Fue entonces que Bolsonaro se preparó para resistir.
Desde temprano en la campaña Bolsonaro se ha venido preparando para cuestionar los resultados a la Trump, si estos le son adversos. Da la impresión de que el margen de victoria de Lula no se lo va a permitir. La feroz alza del costo de vida en Brasil le ha quitado al militar retirado mucho de su antiguo desparpajo político.
Algunos ven la victoria de la izquierda en Brasil como un hecho de gran impacto en América Latina. Sin embargo Lula ya ha gobernado, confirmando que Brasilia siempre está más interesada en su talla mundial que en su influencia latinoamericana. Además en esta ocasión Bolsonaro deja tareas internas que opacan a muchos temas del exterior.
Las políticas ineficientes, los argumentos legales truchos, los exabruptos al filo del fascismo, son elementos de la triste herencia que deja el golpe de Estado de Bolsonaro contra el PT y su dirigencia.