Solidaridad femenina

“El acoso contra la escritora continuó y fue entonces cuando Teresa González de Fanning publicó en El Comercio un artículo que sustentaba la conveniencia de la educación laica”.

Mercedes Cabello está en Lima durante la guerra con Chile y atiende a los caídos en la defensa de la ciudad. En 1884, entre los escombros, escribe Emancipación de la mujer y señala que en la casa germina “toda la antigua esclavitud”. La derrota no le permitía edulcorante alguno. Su pensamiento se ha modificado; se necesitan derechos que antes no reclamaba. Teresa González fundaba el Liceo Fanning en 1881 luego de enterrar a su marido muerto en campaña. Es probable que ellas se conocieran en las veladas literarias en casa de Juana Manuela Gorriti.

Blanca Sol, el personaje principal de la novela de Cabello (1889) que lleva su nombre, había sido educada en un colegio donde las religiosas trataban con consideración a las ricas y con menosprecio a las pobres, gestos que tranquilizaban a las elites. En 1897 escribe La cuestión sociológica. Mientras el hombre se acerca a la ciencia, dice, las mujeres siguen en la Edad Media, atrapadas en “los viejos dogmas del catolicismo”. La lectura se constituía en el antídoto del fanatismo religioso, “ese monstruo que tantos y tan grandes males ha causado; ese pérfido tirano” que envilecía al poder y embrutecía a las mayorías.

Cabello pensaba que las mujeres necesitaban recursos para alejarse de la prostitución y del matrimonio por interés.

En enero de 1898 tuvo lugar en Lima una controversia pública. Mercedes Cabello, invitada por Elvira García y García, directora del Liceo Fanning, dio una conferencia donde criticó la orientación religiosa del programa educativo oficial. Abogaba por una educación laica. La escuela religiosa fabricaba obstáculos para el progreso cuando formaba una joven “vacía, vanidosa, rezadora inconsciente que lleva la más horrorosa anarquía al hogar paterno [...] dominada por la palabra del confesor […] La religión no debe enseñarse en los colegios”. Se pronunció en contra de la corrupción del clero, “de ese clero sensual, ignorante, corrompido del que todavía nos quedan abundantes pruebas”. La Revista Masónica y El Comercio la publicó. La escritora tenía el respaldo de su producción literaria y filosófica, de sus premios internacionales, pero los grupos clericales cercanos a Piérola continuaron atacándola.

Lastenia Larriva de Llona desacreditó a Cabello por no ser madre.

El acoso contra la escritora continuó y fue entonces cuando Teresa González de Fanning publicó en El Comercio un artículo que sustentaba la conveniencia de la educación laica. Era el origen de Educación femenina, una respuesta vigorosa al ataque conservador, donde criticó a las madres de familia que entregaban a sus hijas a confesores lascivos. Definió la moral como el acatamiento de la autoridad paterna, el respeto a las leyes y a los derechos de los demás.

Según la autora, los colegios religiosos estaban subordinados a sus congregaciones y a sus intereses patrimoniales. Así, la educación confesional no solo perjudicaba la integración de las mujeres a la nación, sino que explicaba, en parte, el abismal contraste entre lo que se vivía en Lima y el abandono de los pueblos indígenas que en buena parte se debía a la indiferencia de los clérigos frente a estos.