Argentina

Mujer de 62 años cumple sueño de viajar sola en casa rodante: “Sentí que el mundo era mío”

Sus hijos participaron de todo este proyecto en diferentes aspectos, como en el diseño de la casa rodante que utilizó la mujer para que pueda conocer varias ciudades de Argentina.

El recuerdo de su infancia y adolescencia con sus padres y hermanos en una casa rodante que inspiró este proyecto. Foto: composición de Jazmin Ceras/LR/mechandorutas/Instagram. Video: mechandorutas/Instagram.
El recuerdo de su infancia y adolescencia con sus padres y hermanos en una casa rodante que inspiró este proyecto. Foto: composición de Jazmin Ceras/LR/mechandorutas/Instagram. Video: mechandorutas/Instagram.

En Córdoba, Argentina, Lía Pinciroli, una mujer de 62 años, tuvo el sueño desde adolescente de viajar por todo su país en una casa rodante. Esto debido a que entre los 12 hasta los 24 años, sus padres hacían esta actividad durante sus vacaciones, por lo que su objetivo era replicarlo de adulta.

Un episodio que le ocurrió a Lía le cambió la vida para siempre y es que se quedó viuda a los 47 años. “Cuando me agarró la pandemia me replanteé un montón de cosas. Por lo menos para mí fue impresionante”, reveló. Le sucedió que, en pleno confinamiento, cuando estaba por cumplir 60, sus hijos le propusieron celebrar una fiesta y ella se dio cuenta de que no iba por ahí. Y les dijo a sus hijos que quería cumplir su sueño de tener su propia casa rodante.

Sus hijos participaron activamente de todo este proyecto en diferentes aspectos. Su hijo Iñaki la acompañó a varios lugares. “Ahí me enteré de que la palabra es camperizar y que lo que yo tenía era una motorhome, en vez de una casa rodante”, contó. Le hicieron un montón de propuestas, entre ellas agrandar el vehículo, pero su hija, la arquitecta, le sugirió que no hiciera modificaciones para mantener la aerodinámica por su seguridad.

Y llegó el día en que ya tenía su casa rodante lista, con todas las comodidades, empezando por el baño que le diseñó su hija mayor, la arquitecta. Dispone de agua, calefón, heladera, cocina y paneles solares, además de un generador, que trata de no usar porque le molesta el ruido. Su hijo Iñaki también le puso mano: “Bumpers, luces por todos lados, gomas tipo 4x4″, detalla.

Lía Pinciroli en la casa rodante de los padres, con su hermano Pablo, aproximadamente en 1976. Foto: Lía Pinciroli

Lía Pinciroli en la casa rodante de los padres, con su hermano Pablo, aproximadamente en 1976. Foto: Lía Pinciroli

El primer viaje de la mujer de 62 años en su casa rodante

El primer viaje que hizo fue a Villa Gesell, con dos de sus hijos para visitar a sus hermanos, sus compañeros de aventuras de la infancia. “En la primera esquina ya me tragué un cordón”, contó Lía que para manejar ese tipo de vehículo no requirió de licencia profesional.

“Ahí llegó mi realidad. Después de quedarme tres días, empezaba mi primer viaje sola. No te puedo explicar el miedo que tuve los primeros 10 minutos hasta que fui a cargar gasoil”, asegura.

Se despidió de su familia con destino a Playa Las Conchillas. Y esa acción tan simple como ir a cargar gasoil a un kilómetro, le reflotó el bombardeo de comentarios negativos que había recibido, el “estás loca”. Hasta llegó a decirse: "Eres una caprichosa grandota”. Finalmente, cargó combustible y se fueron los miedos. “Se fue todo. Agarré la ruta y sentí que el mundo era mío, cual adolescente. No paré más. Te juro que no paré más”, concluye.