Metropolitano inaugurará 14 nuevas estaciones
Política

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Tributo a Gustavo Mohme Llona (1930-2000). Testimonios sobre el fundador de La República de parte del político, el periodista, el trabajador, el intelectual. Su trayectoria fructífera y ejemplar sigue siendo importante en nuestra vida como Nación.

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca
Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Gustavo Mohme Llona. El concertador, el luchador por la democracia, el empresario, el constructor, el hombre de prensa, el padre y guía de familia, el político socialista. Quienes lo conocieron se refieren a sus acciones, sus férreos compromisos, sus más vivos ideales. Todos lo mencionan como si estuviera presente, y en cierta manera lo está, en estos tiempos donde la corrupción se multiplica en todos los niveles del Estado y donde la palabra 'decencia' amenaza con desaparecer en la política, su honestidad y franqueza siguen siendo un ejemplo y camino, un incentivo para no caer en el desaliento o la apatía.

A 17 años de aquel 23 de abril del 2000, cuando el fundador de La República y uno de los principales dirigentes políticos del país, dio un salto a la historia y a nuestro ser colectivo, su pensamiento y presencia está más fuerte que nunca. Y aquí, en La República, su legado más vivo e intenso, pues al lado de la palabra amable y franca, siempre acompañó la exigencia, el desafío de dar más y ser rigurosos en favor de los lectores, de los ciudadanos. Y así lo entendemos, desde el director actual, Gustavo Mohme Seminario, hasta cada uno de los trabajadores.

PUEDES VER: Diez hitos en la trayectoria política de Gustavo Mohme Llona

17 años de un legado que alcanzará a generaciones. Pues justicia, unidad, democracia, que nunca dejaron de estar en los ideales de Mohme Llona, siguen presentes en los nuestros.

Progresista

Alfredo Barnechea
Político

Hay quienes han dicho que cada quince años surgen las generaciones. Otros amplían ese plazo a veinticinco años.

En cualquier caso, diecisiete años es un periodo suficiente para evaluar un legado, en este caso, el de Gustavo Mohme Llona.

Lo primero a destacar fue su vocación de servicio público. Podía haberse limitado a su tarea empresarial, pero desde joven sintió que ella debía completarse con una entrega a la política.

Lo segundo, su vocación progresista. Sabía instintivamente que si la economía tenía un problema de crecimiento, la sociedad tenía uno de distribución. Promovió siempre la búsqueda de equidad.

Lo tercero era su vocación “frentista”. Creía que había que “aglomerar” fuerzas.

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Lo cuarto, y quizá esto exprese mejor su legado, fue su lucha por la democracia y su rechazo frontal a la dictadura. Estuvo dispuesto a arriesgar todo en defensa de la democracia. Ese perfil brilló, sobre todo, en la lucha contra el fujimorismo de los noventa.

Lo quinto es, qué duda cabe, un periódico que ha servido a lo largo de ya casi cuatro décadas como una gran plataforma progresista.

He hablado de legado. Legar, viene de conjugar. Eso era Mohme, quien buscaba conjugar los derechos, la democracia, la búsqueda de progreso.Diecisiete años después, su figura sigue presente en el corazón de sus amigos.

Dialogante

Max Hernández
Psicoanalista

En los últimos cuatro lustros del siglo pasado, el Perú fue sacudido por tres graves crisis. La gobernabilidad democrática se vio seriamente afectada por el desprestigio de los partidos y los años del terror; la economía se vio gravemente comprometida por la hiperinflación, y el quehacer político fue afectado por el clientelismo y el espectáculo. El fin del siglo reclamaba una transición.

En noviembre de 1999, Gustavo Mohme Llona convocó a diversas fuerzas políticas a firmar el Acuerdo de Gobernabilidad. “Era un puente humano”, así lo recordaba Javier Diez Canseco. El Acuerdo requería concertar, conciliar, unir y entusiasmar a los grupos de oposición democrática y ponía a prueba su prestigio de articulador. Fue suscrito por 14 partidos. Un logro.

Concertar y construir consensos no es una de nuestras virtudes. A principios de los 60, la frase “conversar no es pactar”, de Ramiro Prialé, desató una polémica. Fue durante el primer año del gobierno de Belaunde que se iniciaron procesos de “concertación” entre el Estado, las empresas privadas y los trabajadores.

Cualquiera que sea la definición de democracia, ésta supone la confrontación pacífica de criterios e intereses diversos –a menudo contrapuestos y en conflicto– entre distintos actores políticos y sociales. Dialogar es una práctica esencial de la democracia; más aún, la deliberación constituye el corazón mismo del quehacer democrático.

Periodista y político de inquebrantable consecuencia democrática, se situó en la izquierda porque pensaba que era la manera de contribuir con la transformación de un país. Tenía muy en claro que la gran tarea era conciliar el crecimiento económico y la inclusión social. Caballeroso y cortés. “Hasta con sus enemigos” prefirió el diálogo al monólogo altisonante.

Dos grandes

Víctor Andrés García Belaunde
Congresista por AP

Sabía de Gustavo Mohme Llona desde los años sesenta, cuando empezó a participar en política con Acción Popular. Mohme era un empresario exitoso. A pesar de ello, siempre se interesó por la política y por estar al servicio de causas populares.

Ese interés se tradujo en la fundación del diario La República, en una coyuntura democrática que llegó con Belaunde, después de 12 años de mordaza militar.

Tuve el honor de frecuentarlo en el Congreso, cuando fue elegido Senador. Hicimos un viaje a los países garantes del Protocolo de Río de 1942, con una delegación elegida por un Parlamento democrático y que luego sufrió las consecuencias del autogolpe del 5 de abril de 1992.

Desde entonces,  Mohme y La República asumieron una heroica defensa de las libertades quebrantadas, hasta su fallecimiento.

Fernando Belaunde le guardaba especial aprecio. A pedido de Mohme, enviaba artículos para La República.

El último día en que Belaunde fue visto en público fue al develarse el monumento erigido en homenaje a Mohme, inaugurado por Andrade. Belaunde, a pesar de su debilitada salud, asistió al develamiento del busto de su entrañable amigo y declaró a la prensa, que ya especulaba sobre su salud, a sus 89 años.

Esa noche, Belaunde tuvo un derrame cerebral que lo mantuvo postrado hasta su fallecimiento, el 4 de junio del 2002. Dos grandes hombres se reencontraron en la eternidad.

Desde el llano

Jorge del Castillo
Congresista por el Apra

La resistencia a la dictadura fujimorista se expresó por unos pocos desde el 5 de abril de 1992. Uno de los pilares de tal posición fue Gustavo Mohme Llona, quien conformó el Comité por el NO, cuando generamos una corriente de opinión contra la reforma constitucional de 1993.

Luego promovió el Comité Cívico por la Democracia, para lo cual tuvimos muchas reuniones en su oficina del edificio Capeco y en su propia casa, consolidando así una unidad que sería la base para derrotar al régimen. El 25 de noviembre de 1999 firmamos el “Pacto de Gobernabilidad” y la contracampaña del gobierno solo reforzó nuestras convicciones.

Pocos saben que en una reunión en el Club de la Unión, a mediados de 1999, intercambiamos ideas sobre quién debería llevar la bandera de la democracia en las elecciones del 2000 y surgió en rápido consenso el nombre de Gustavo Mohme Llona. Tenía los méritos de ser el principal impulsor de la Unidad, recogía la confianza de todos y tenía las condiciones de estadista y de integridad personal. Gustavo declinó tal honor. Pudo ser el candidato democrático que el Perú esperaba, pero prefirió seguir luchando. Desde el llano.

Visionario

María del Pilar Tello
Periodista

Gustavo Mohme Llona, generoso, visionario y casi siempre soñador, fue un apasionado luchador por la democracia. Con gran emoción social, su vida política se perfiló hacia la Izquierda. Fundó La República para construir "una República superior". Sacrificó tiempo y patrimonio para remar a contracorriente frente al fujimorismo. Forjó un espacio de periodistas comprometidos y libres, vocero de organizaciones sociales, medio de comunicación de las fuerzas democráticas. Él fue el nervio y motor del diario donde reunía sus dos pasiones: la política y el periodismo, para librar batallas por la verdad con sentido de justicia social y de dignidad. La República fue el diario de la libertad y de la democracia en momentos en que ambas aparecían secuestradas.

Mohme Llona consensuó personalmente el Acuerdo de Gobernabilidad. En el Comité Cívico por la Democracia logró las "Bases para la Concertación por el Futuro del Perú" para un Plan de Gobierno de la oposición unida. Esta confluencia fue la base del futuro Acuerdo Nacional. A 17 años de su partida, su visión es más válida que nunca. El Perú tiene mucho que agradecerle.

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Caballero de la democracia

Beatriz Merino
Presidenta Ejecutiva UCV
Ex defensora del Pueblo

A diecisiete años de su partida, la figura de Gustavo Mohme Llona permanece más viva que nunca. En su múltiple actuar de empresario, político, periodista y hombre de bien, su mayor enseñanza fue instruir con el ejemplo que fue su vida: demostración clara de que es posible contribuir con el bienestar general del Perú, aun en las más difíciles circunstancias. Esto es posible  tanto desde la política, mar continuo de conflictos, como desde el periodismo real, que va en permanente búsqueda de la verdad, sin jamás perder el horizonte de la democracia como sistema que incluye a todos y la búsqueda de consensos para alcanzar el desarrollo.

Los que tuvimos la oportunidad de conocerlo y trabajar cerca de él; como otros, de recibir sus enseñanzas; algunos más, de conocer el esfuerzo de su trabajo, y todos, de su amor indoblegable por nuestra patria, mantenemos el compromiso de recordar su legado. Esto debe hacerse reconociendo a los peruanos como iguales, ciudadanos con los mismos derechos y responsables de nuestro destino.

Si la perseverancia deja resultados; la honestidad, satisfacción y la perfección de la tarea, el más puro deleite de cumplir, Gustavo Mohme Llona es maestro aun después de habitar entre nosotros, en La República, el diario que fundó y que se debe a los valores de solidaridad y justicia social que fueron su sello personal; entre sus familiares y colaboradores, quienes deben hacer justicia a su vocación de servicio y a sus esfuerzos por denunciar, seriamente y con pruebas, la corrupción y otros flagelos y, entre quienes se deben a sus ideas, considerar que el respeto al adversario es el mejor modo de lograr el respeto para sí mismos.

Hay un rasgo perenne que define a los caballeros, que se hace constante en los poemas y cantares de gesta y ese es la nobleza. Ennoblecer tanto el periodismo como la política fue la tarea permanente de Gustavo Mohme Llona. Él fue un caballero de la democracia.

Gran ciudadano

Arturo Woodman
Empresario

La inesperada partida de Gustavo Mohme Llona dejó un vacío indiscutible en su familia, en el gremio de la construcción, en el periodismo y en la política. Sin duda, el país perdió a un gran ciudadano que luchó por los derechos de los menos favorecidos.

A Gustavo lo conocí en Piura , en 1952, en la constructora Juan Clark. En esta compañía el ingeniero Mohme se desempeñaba como residente y yo era un practicante. Dos años después, formamos, a pesar de nuestra juventud, la constructora Woodman & Mohme.

Gustavo ingresó a la política con el espíritu de apoyar a los trabajadores. Siempre consideró que necesitaban medios para expresar sus necesidades. Por ello llegó al Senado y creó La República.

Este diario es el gran legado que nos dejó Gustavo y que sus hijos y colaboradores mantienen: un periódico imparcial, plural y, sobre todo, decidido a que el Perú y su gente sean mejores.

Hombre íntegro

Ketín Vidal
Ex jefe de la DINCOTE

Al recordarse un aniversario más de la triste desaparición del ingeniero Gustavo Mohme Llona, fundador y director del diario La República, es preciso renovar ante su familia mi solidaridad por tan irreparable pérdida que enlutó al país.

Cuando transcurrían en el Perú los violentos años noventa, tuve la suerte de conocer al entonces senador de la República Gustavo Mohme Llona. Hombre íntegro, sencillo y poseedor de otras grandes virtudes humanas. Político honesto, sagaz, luchador y de muy claras convicciones democráticas.

En lo personal, recuerdo con gratitud el valioso y decisivo apoyo que me brindó desde ese importante diario, cuando me tocó comandar la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE), en los cruciales años 1991 y 1992, sumándose de manera indesmayable al gran esfuerzo que significó para todos los peruanos la lucha para lograr la paz.

La unidad

Manuel Dammert
Congresista del FA

De larga trayectoria política, de orígenes en AP y luego activo impulsor de la Izquierda Unida, Gustavo era parte del nuevo sentido de recuperación ciudadana requerida por la política. Lamentablemente falleció en un momento crucial, cuando había logrado reunir a las fuerzas democráticas.

En los días de su fallecimiento, se acercaba el fin de la dictadura fujimorista, a la que enfrentó valientemente desde el golpe del 5 de abril, desde la famosa edición de páginas en blanco de La República.

Fundó el diario con la perspectiva de un nuevo proyecto democrático. Procuraba cohesionar a las fuerzas democráticas y socialistas. Gustavo nos encargó a Pedro Planas y a mí coordinar con los frentes de defensa, los movimientos sociales e intelectuales. Realizamos foros desde el 6 de abril de 1993. Fueron cerca de 18 foros publicados en una revista semanal del diario y luego en el libro: “Perú Desafío Democrático, Bases del Proyecto Nacional hacia el Siglo XXI”.

Activo y promotor, del 93 al 2000 había logrado forjar  una amplia unidad con IU y otras fuerzas democráticas. Promovía la unidad desde La República. Respaldó a Alberto Andrade para la alcaldía de Lima. También a Pérez de Cuellar como alternativa al régimen gobernante. Gracias a su terca persistencia, creció  la unidad para derrotar las maniobras de la dictadura.

La justicia social

Mario Huamán
Presidente de la CGTP

Gustavo Mohme Llona ha sido uno de los pocos empresarios del periodismo y políticos que han apoyado siempre la causa de los trabajadores.

Las luchas por la democracia y el estado de derecho no solo se ejercieron en las calles, durante los años noventa, sino también en los medios de comunicación, en la política, en el terreno de las ideas, donde Gustavo Mohme Llona aportó tanto o más que cualquier otro luchador social.

Siempre apoyó la unidad de las fuerzas progresistas, eso que tanta falta nos hace en cada justa electoral.

Prueba de ello fue su capacidad de realizar reuniones concertadoras de los frentes de defensa de diferentes regiones del país, como Arequipa, Cusco o Junín. Eran colectivos masivos sociales que contribuyeron a que los pueblos del país optaran por una lucha política para defender los derechos humanos.

Nunca se sabrá con certeza la gran cantidad de fuerzas que sumaron para la conformación de una conciencia ciudadana que se concretó en la Marcha de los Cuatro Suyos y la caída del régimen de Fujimori y Montesinos. Pero sí podemos mencionar algunos nombres propios, entre ellos el de Gustavo Mohme Llona. Fue íntegro, honesto y de convicciones claras.

Se enfrentó a Sendero Luminoso y al terrorismo de Estado. También se enfrentó a los empresarios de la política, que siempre quieren ganar a costa del salario y los derechos a los trabajadores, quienes lo criticaron mucho por promover en su diario sus ideas políticas, aún cuando estas defendían los intereses de la nación y de los explotados.

A ellos les cerró la boca con una frase que recaló en la dirigencia sindical y que hasta ahora recordamos: "Yo soy dirigente por convicción y empresario por necesidad".

Ha sido amigo y compañero de lucha de la CGTP en todo momento, en dictadura y en democracia.

Su legado es notable. Han pasado ya 17 años de su partida y aún podemos sentir en las páginas de La República ese aliento de justicia social que siempre lo caracterizaba.

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Gustavo Mohme Llona más vigente que nunca

Con el agro

Gilberto Yamuca
Dirigente campesino

En la actual coyuntura que vive el Perú hacen falta hombres como Gustavo Mohme Llona, empresario honesto y de intachable moral, que ingresó a la política con Acción Popular y que luego formó el Partido Acción Política Socialista.

En estos avatares de la política, se encontró con grandes protestas de las comunidades indígenas, con campesinos, luchando en la defensa de sus territorios comunales, con amenazas de usurpadores por las invasiones y, paralelamente, con las rondas campesinas.

No podemos olvidar su valioso apoyo al Primer Congreso de Comunidades Campesinas en Piura, dando nacimiento a la Federación de Comunidades en el departamento norteño.

Políticamente, participó en el Primer Congreso Comunal en Ayabaca, en 1998. Por ello, las organizaciones, en el quinto congreso realizado en junio del 2016, realizaron un minuto de silencio en homenaje del compañero Mohme Llona. Asistentes delegados de 88 comunidades se pusieron de pie y luego, al término del sentido homenaje, manifestaron a viva voz: ¡Compañero Mohme, estás con nosotros y nosotros contigo, hasta las últimas consecuencias!

A diecisiete años de su partida, la Federación Campesina de Piura mantiene viva la memoria del compañero Gustavo Mohme Llona.

Líder ejemplar

Roberto Mejía
Presidente de la ANP

El nombre de Gustavo Mohme Llona trasciende en la historia como un hombre ejemplar, que entregó sus mayores desvelos en procura de una sociedad, donde la justicia y la dignidad de la persona humana no fueran expresiones vacías.

Han transcurrido 17 años desde su desaparición, pero sus huellas y su profundo amor por un Perú más fraterno y justo siguen indelebles. En estos tiempos, cuando los intereses llenos de egoísmo y avaricia se presentan como superiores al bienestar nacional, esos pasos marcan un horizonte a seguir. Mohme Llona entendía y proclamaba la necesidad de un Perú solidario.

Empresario y periodista, no se quedaba en enunciar un conjunto de principios. Iba más allá. Eso lo llevó a promover y colocar la piedra fundamental para el Acuerdo de Gobernabilidad.

¿Qué lo llevó a proponer este acuerdo? Evidentemente, su preocupación ante el presente y el futuro del Perú. Para él, el hombre peruano, además de subsistir, requería desarrollarse con libertad y, de esa manera, participar activamente en la vida pública.

Convencido de que las utopías pueden convertirse en realidad, Mohme Llona, a quien conocí en los años sesenta en el complejo mundo de la política, perfiló una personalidad en la que confluían la amistad, la lealtad, la honestidad, la solidaridad y la justicia. Esos valores fortalecieron su espíritu. Tanto que pudo afrontar con valentía, con decisión, los trances más difíciles de su existencia, durante los cuales expuso vida física y bienes materiales.

Así, también, acerado por los mismos, no le tuvo temor a una prensa manipulada y canalla, que en los noventa atentó contra su honor de forma oprobiosa. Sus valores fueron su norte y se constituyeron en el dínamo que lo llevaron a convertirse en un líder ejemplar, que con la palabra oral y escrita, como tribuno parlamentario y como editor periodístico, pudo construir consensos y orientar mejor en la toma de decisiones. 

Recuerdos

Tito Hernández
Ex jefe de Corrección de La República

Tengo con La República una relación indestructible desde que empecé a trabajar en 1982, como corrector del primer suplemento Domingo. Desde entonces no ha habido momento de mi vida que no haya estado vinculado a esta casa periodística tan querida.

Participar en la revisión de textos como parte culminante de la edición de un diario tan importante como La República ha sido una de las experiencias más apasionantes. En mi caso, la compartí con la docencia. En la corrección se enseña, pero también se aprende. La íntima relación del corrector con el reportero, el articulista o el editor es también una relación privilegiada con el lector.

Al recordar al ingeniero Gustavo Mohme Llona, diecisiete años después de su partida, traigo a los corazones de quienes lo respetamos y admiramos los jubilosos momentos en que periodistas y trabajadores, con la presencia de Alfonso Barrantes y de Javier Diez Canseco, echamos a andar el Comité de Izquierda Unida de La República. Como está registrado en los archivos, La República contó entre sus más destacados columnistas a Javier Diez Canseco, con cuya reconocida lucidez intelectual, su ejemplar honestidad y su indeclinable lucha contra la corrupción y a favor de la justicia social, el prestigio que fue ganando día a día el diario fundado por Gustavo Mohme se fortaleció.

Por su innegable aporte al desarrollo social, el ingeniero Mohme recibe el homenaje nacional que merece. Por lo que él hizo y por lo que hacen todos cuantos siguen su ejemplo, diremos con Amadeu Thiago de Mello “que ahora vale la vida, que ahora vale la verdad, y que de manos dadas trabajaremos todos por la vida verdadera” pues “el hombre no precisará nunca más dudar del hombre” porque “el hombre confiará en el hombre como la palmera confía en el viento, como el viento confía en el aire, como el aire confía en el campo azul del cielo”. 

La rigurosidad

Ángel Páez
Unidad de Investigación

Un periódico no siempre cosecha popularidad cuando investiga al poder. Los reportajes sobre Watergate de The Washington Post no impidieron que Nixon fuera reelegido, pero seguir con el caso generó la renuncia del presidente. De hecho, el galardonado The Storm Lake Times perdió lectores y publicidad, pero insistió en su campaña para terminar con la contaminación por nitrato del río Racoon. La República sufrió acoso de todo tipo; cada día, a toda hora; pero prosiguió con sus investigaciones que contribuyeron al encarcelamiento de numerosos corruptos y criminales. Se debe esto a la determinación de Gustavo Mohme Llona.

En una ocasión, el periódico destapó una compra corrupta de helicópteros del régimen de Fujimori y Montesinos. El presidente del Congreso, Carlos Torres y Torres Lara, decretó sesión secreta y acusó a Gustavo Mohme de “traidor a la patria”. Era evidentemente la represalia. Concluida la sesión, Mohme retornó a la redacción y convocó al autor del reportaje. Estaba ofuscado. Reclamó el sustento documental de cada afirmación que se hacía en el artículo que casi le cuesta un juicio político. Recuerdo la intensidad de cada minuto. La severidad de sus expresiones era implacable.

–Si no estás seguro de lo que has publicado, mejor decimos que la embarramos –me dijo.

–Aquí están los documentos;  no nos equivocamos –contesté.

Tras tomarse el tiempo para verificar cada papel, en lugar de un llamado de atención, demandó a mano extendida: “Supongo que vamos a publicar más. En La República no nos quedamos callados porque nos meten un susto”.

Por supuesto que continuamos, alentados por la decisión del director de responder al régimen con más rigurosas y contundentes investigaciones. Un legado de Gustavo Mohme Llona a La República: la pasión por destapar la verdad.

Convergencias

Juan de la Puente
Analista político

Un rasgo reconocible de Gustavo Mohme Llona en la década de los noventa fue su tenaz apuesta por la unidad y su persistente deseo de avanzar con todos para recuperar el régimen democrático, un objetivo siempre difícil de lograr, pero que tenía una señal añadida muy identificable: la acción política. Ambos elementos, convergencia y acción, definían la personalidad de Gustavo y sus afanes cotidianos en la política y el periodismo.

Entre los años 1992 y 2000 bajo su impulso se realizaron hasta cinco experiencias de convergencia democrática, además de su respaldo al Foro Democrático. La primera convergencia fue el Comité Cívico por el No, que llevó adelante la campaña contra la Constitución de 1993; luego, este grupo se convirtió en el Comité Cívico por la Democracia que reunió a partidos, intelectuales, gremios sindicales y grupos regionales, que actuaban en una situación desventajosa por la debilidad partidaria y de la organización social. En 1994, desde ese colectivo se forjó la tercera convergencia, Unión por el Perú (UPP), ideado como un partido instrumental de la democracia con el fin de presentar una sola candidatura opositora, objetivo que no fue alcanzado.

Luego de 1995, elegido congresista, impulsó la creación de la Coordinadora Nacional de Frentes Regionales, con intensa actividad en Loreto, Cusco, Arequipa, Ica, Huánuco y Piura, de decisiva presencia entre los años 1997 y 1999, y en los debates sobre la paz con Ecuador. La quinta convergencia fue el Acuerdo de Gobernabilidad que suscribieron líderes de 14 partidos democráticos el 25 de noviembre de 1999, en el Hotel Bolívar. El antecedente más serio del Acuerdo Nacional.

Aún recuerdo sus palabras al presentar ese acuerdo: "Algunos interesados sostienen que entenderse entre opciones políticas diferentes es imposible y, aún peor, que sería un toma y daca sin principios; por el contrario, quienes estamos aquí probamos en este acto que la política en el Perú debe entrar a una nueva etapa en la que sea eficaz y cercana al pueblo".

Coherencia

Stella Mohme
Presidenta de la Fundación Gustavo Mohme Llona

Me siento muy honrada de poder transmitir la trascendencia del legado que mi padre, Gustavo Mohme Llona, dejó a toda mi familia, a la sociedad peruana y por supuesto a mí.

Sus virtudes se expresaban con la misma intensidad al prodigarnos su amor como padre, así como al ejercer su actividad periodística en todos los niveles que esa tarea implica y, en particular, en su condición de director de La República. Un capítulo especial de su fructífera existencia representó para mi padre el sentirse vocero de la defensa de la igualdad social, labor que desplegó como senador de la República.

Había una coherencia ética y emocional en su compromiso como padre de nuestra familia, en su actividad periodística, como director del diario y en su misión de legislador. En los últimos años de su vida, estas actividades ocuparon el centro de sus más nobles afanes. Tengo la certeza de que murió en medio de la lucha por lograr que se cumplan sus ideales vinculados a la búsqueda de una verdadera igualdad social y a la erradicación de la corrupción.

La República y la Fundación Gustavo Mohme Llona mantendrán vivos estos ideales de mi padre.

Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.