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Estados Unidos

¡Infidelidad ya no es un crimen en Nueva York! Gobernadora Hochul deroga ley de 1907 al calificarla de "anticuada"

Una decisión histórica en Nueva York pone fin a más de un siglo de controversias y plantea preguntas sobre el futuro de leyes similares en Estados Unidos.

Para los críticos de esta normativa de Nueva York, mantenerla activa reflejaba una desconexión entre el sistema judicial y los valores contemporáneos. Foto: composición LR/ Psikipedia
Para los críticos de esta normativa de Nueva York, mantenerla activa reflejaba una desconexión entre el sistema judicial y los valores contemporáneos. Foto: composición LR/ Psikipedia

Las leyes no siempre evolucionan al ritmo de las transformaciones sociales. Algunas permanecen durante décadas, ajenas a los cambios culturales y las nuevas percepciones sobre la vida personal. Sin embargo, hay momentos que marcan un antes y un después, dejando en claro que las normas deben adaptarse a las realidades actuales.

¿Por qué Nueva York derogó la ley sobre adulterio de más de un siglo?

Una norma que databa de 1907 y convertía la infidelidad en un delito menor finalmente fue eliminada del marco legal de Nueva York. Esta ley, que establecía penas de hasta tres meses de prisión para quienes fueran hallados culpables de adulterio, había caído en desuso desde hace décadas, con apenas unos pocos casos procesados desde la década de 1970.

La gobernadora del estado Kathy Hochul calificó esta norma como un vestigio del pasado, inadecuado para los tiempos actuales. "Estas situaciones deben resolverse en el ámbito personal, no en los tribunales", afirmó durante la firma del proyecto de ley que eliminó oficialmente esta disposición. Este acto simboliza no solo un cambio legal, sino también un reconocimiento del derecho a la privacidad en cuestiones que involucran la vida íntima.

 Para los críticos de esta normativa de Nueva York, mantenerla activa reflejaba una desconexión entre el sistema judicial y los valores contemporáneos. Foto: RT

Para los críticos de esta normativa de Nueva York, mantenerla activa reflejaba una desconexión entre el sistema judicial y los valores contemporáneos. Foto: RT

¿Cómo afectaba esta ley a la sociedad moderna en Nueva York?

En sus inicios, la ley tenía como objetivo fortalecer el vínculo matrimonial y servir como herramienta legal en los procesos de divorcio, cuando el adulterio era una causa obligatoria para la separación. Sin embargo, en el contexto actual, su existencia resultaba más simbólica que práctica.

Para los críticos de esta normativa, mantenerla activa reflejaba una desconexión entre el sistema judicial y los valores contemporáneos. La dificultad para probar casos de infidelidad y su escasa aplicación la convertían en una medida ineficaz. Según datos oficiales, en los últimos 50 años, apenas cinco personas fueron condenadas bajo esta legislación, lo que reforzó los argumentos para su eliminación.

El proceso de derogación también estuvo motivado por un esfuerzo por modernizar el marco jurídico del estado, eliminando leyes que ya no responden a las necesidades o expectativas de la población. Aunque algunos sectores conservadores criticaron esta decisión, la mayoría de los legisladores respaldaron la medida como una acción necesaria y lógica.

¿Existen leyes similares en otros estados?

Aunque Nueva York ha optado por dar este paso, en otros estados del país el adulterio sigue siendo considerado un delito. En lugares como Michigan y Oklahoma, esta conducta se clasifica como una infracción grave, con castigos que incluyen largos periodos de cárcel. Por el contrario, en estados como Maryland y Massachusetts, las penas son simbólicas, limitándose a multas económicas.

En años recientes, el panorama ha comenzado a cambiar. Diversos estados han decidido eliminar leyes similares, tras argumentar que ya no cumplen con su propósito inicial y que representan una intrusión innecesaria en la vida privada de los ciudadanos. Este fenómeno refleja una tendencia nacional hacia la revisión de normas que, aunque históricas, resultan ineficaces y descontextualizadas.