Parte de Guerra: El Ejército Libertador ingresa a Huamanga en olor a multitud
La tropa comandada por el general Álvarez de Arenales acaba de ingresar a Huamanga, en medio de arcos de flores y algarabía popular. Al día siguiente –un día como hoy hace doscientos años–, el pueblo jura la independencia del yugo español, sumándose al clamor de libertad en Supe e Ica, Nazca y Palpa. El general San Martín abandona el cuartel general en Pisco y se embarca con el resto del Ejército Libertador rumbo al Callao.
Escribe: Natalia Sobrevilla Perea(*) (*) Natalia Sobrevilla Perea ejerce la cátedra de Historia Latinoamericana en la Universidad de Kent, Inglaterra. Autora de numerosos libros, su más reciente publicación es Los inicios de la República peruana: Viendo “más allá de la cueva de los bandoleros” (PUCP 2019).
L a discusión sobre dónde se proclamó la independencia por primera vez en el Perú no es nueva. De hecho, se sabe que antes del 28 de julio de 1821 muchas localidades hicieron votos públicos por separarse de la monarquía hispánica. Si bien la de Huamanga no fue la primera ni la última, fue parte de una serie de proclamaciones que se dieron durante la campaña a la sierra de Álvarez de Arenales y que muestran el apoyo de distintas provincias a la independencia.
En abril de 1819, el puerto de Supe había proclamado su independencia durante el paso de la expedición al mando de Thomas Cochrane. Tras el desembarco del Ejército Libertador en Paracas, la primera ceremonia de proclamación, siguiendo las instrucciones preparadas por el mismo José de San Martín, fue el 20 de octubre de 1820 en Ica. La elección de representantes fue importante y, como narra en sus apuntes James Paroissen, el médico británico que acompañaba la expedición, Ica eligió entre los regidores a su cabildo, a un indígena. Y fueron estas autoridades las que proclamaron la independencia.
“Sus altas varas negras”
Once días más tarde, el 31 de octubre, Arenales llega a Huamanga. Uno de los oficiales que lo acompaña, el coronel José Segundo Roca, describe la entrada en la ciudad como más espléndida que la de Ica: “La Municipalidad, los vecinos notables de la ciudad, y algunos miles de habitantes de todas las clases de la sociedad salieron a recibirnos a distancia de más de 10 o 20 cuadras de los suburbios, llegando el inmenso concurso al extremo de embarazar la marcha de la columna. Así que anduvimos algunas cuadras, encontramos a los señores de la Municipalidad con sus altas varas negras, símbolo de su autoridad, formados en línea: se acercaron al general dirigiéndole un discurso el principal de ellos, y haciendo la demostración de ofrecerle la llave de la ciudad: pero nuestro general, con ese carácter estoico, adusto y de rigidez inflexible, apenas les hizo una cortesía con la cabeza: imperturbable, continuó su marcha a la cabeza de la columna”. Roca explica que Arenales, quien es originario de Cantabria, en el norte de España, es un hombre estricto, adusto y poco cortesano, así que los oficiales de más alta graduación que lo acompañan corren a rodear a los municipales y su comitiva para agradecerles el recibimiento.
Jura de la independencia
Los miembros de la división son alojados en la ciudad y en la casa preparada para Arenales se les recibe con un banquete, que el general acepta solo por estar ya preparado. Una vez en la ciudad, toma informes sobre el ejército enemigo tanto en el sur, en Cusco, como en Jauja, en el norte. Una vez más, siguiendo las instrucciones de San Martín, dispone “que el pueblo jurase la independencia, ceremonia que se verificó con mayor pompa y lucimiento, con misa de gracias, tedeum ante la formación de las tropas”.
Mientras el pueblo estaba entretenido con estas actividades, Arenales “mandó que un piquete de granaderos a caballo se adelantase a posicionarse del puente de Mayoc”. Una vez que el piquete parte, se nombra a las nuevas autoridades y todos los que son investidos hacen lo posible por asegurarse de que la división – el resto de la tropa– esté lo mejor atendida posible.
Permanecen en la ciudad por más de una semana y el 11 de noviembre reciben el parte que narra el éxito en la toma del puente, tras sorprender al centinela con un pistoletazo en la sien y tomar prisioneros a la guarnición compuesta de un oficial y 25 hombres, además de sus armas, municiones y caballos. Este lugar indispensable es tomado por un teniente, “quince granaderos y varios indios entre ellos un alcalde muy patriota”. Se enteran entonces de que el puente ha sido minado, pero logran retirar la pólvora y cruzarlo.
La división sigue su marcha y al poco de abandonar Huanta recibe la noticia de que San Martín se ha reembarcado en Pisco y que intenta presentarse en el Callao con la esperanza de que allí se organice una conspiración. De no darse, planea trasladarse a la costa, al norte de la capital, para esperar a la división. Arenales sigue con rumbo al norte y el 16 de noviembre llega al pueblo de Pampas, en la actual región de Huancavelica.
Cronología de la Independencia del Perú
7-8 Set. San Martín desembarca en la bahía de Paracas.
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21 Oct. San Martín, en Pisco, establece la primera bandera nacional del Perú.
28 Oct. San Martín parte al norte con su ejército.
1 Nov. En Huamanga se jura la independencia.
6 Nov. Captura de la fragata realista Esmeralda.
9 Nov. La escuadra libertadora llega a Huacho.
11 Nov. Victoria patriota en Mayoc.
17 Nov. El Ejército Libertador ocupa el valle de Huaura.
20 Nov. Victoria patriota en Jauja. Huancayo proclama la independencia.
23 Nov. Combate y ocupación de Jauja por el general Arenales.
26 Nov. San Martín proclama la libertad en Huaura.
27 Nov. Enfrentamiento con los realistas en la playa Pescadores.
28 Nov. Proclamación y jura de la independencia en Tarma por el general Arenales.
29 Nov. Combate de Huamanga.
2 Dic. Las fuerzas del general Álvarez de Arenales son derrotadas en Cangallo por el jefe realista Ricafort.
3 Dic. Sublevación de las tropas del batallón Numancia a favor de los patriotas; apresan al coronel Ruperto Delgado. indispensable es tomado por un teniente, “quince granaderos y varios indios entre ellos un alcalde muy patriota”. Se enteran entonces de que el puente ha sido minado, pero logran retirar la pólvora y cruzarlo. La división sigue su marcha y al poco de abandonar Huanta recibe la noticia de que San Martín se ha reembarcado en Pisco y que intenta presentarse en el Callao con la esperanza de que allí se organice una conspiración. De no darse, planea trasladarse a la costa, al norte de la capital, para esperar a la división. Arenales sigue con rumbo al norte y el 16 de noviembre llega al pueblo de Pampas, en la actual región de Huancavelica.
Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.
(*) Natalia Sobrevilla Perea ejerce la cátedra de Historia Latinoamericana en la Universidad de Kent, Inglaterra. Autora de numerosos libros, su más reciente publicación es Los inicios de la República peruana: Viendo “más allá de la cueva de los bandoleros” (PUCP 2019). Fuente: M. Guerra, coord., Cronología de la independencia del Perú, 2016.