Científicos descubren un nuevo antibiótico capaz de vencer bacterias resistentes sin efectos tóxicos
La lariocidina presenta un amplio espectro de acción y baja propensión a generar resistencia, lo que la convierte en una prometedora opción terapéutica frente a infecciones difíciles de tratar.
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Un grupo de científicos ha identificado una nueva molécula denominada lariocidina, que podría servir como base para una generación totalmente novedosa de antibióticos. El descubrimiento, publicado en la revista científica Nature, constituye un avance significativo frente a la creciente amenaza de la resistencia bacteriana, un problema que compromete la salud de millones de personas en todo el mundo. La lariocidina presenta un mecanismo de acción diferente al de los antibióticos existentes y, según los ensayos realizados, no genera efectos tóxicos en células humanas.
Esta molécula fue producida por una bacteria llamada Paenibacillus, que fue aislada de una muestra de suelo recolectada en un patio de la ciudad de Hamilton, en Ontario. Los científicos observaron que esta bacteria generaba una sustancia capaz de eliminar a otras bacterias, incluso a aquellas que ya no responden a los antibióticos convencionales. Tras analizarla a fondo, descubrieron que se trataba de un compuesto natural con una estructura especial, llamado péptido lazo, que tiene un potente efecto antibacteriano.

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¿Qué es la lariocidina y cómo funciona?
La lariocidina es un péptido lazo, es decir, una pequeña cadena de aminoácidos con forma cerrada, lo que le da una estructura muy estable. Su modo de acción es lo que la hace diferente y prometedora: ataca directamente al ribosoma de las bacterias, que es la parte encargada de fabricar sus proteínas. Sin proteínas, las bacterias no pueden sobrevivir ni multiplicarse.
Lo más relevante es que la lariocidina se une a una zona del ribosoma donde ningún otro antibiótico había actuado antes. De esa manera, bloquea el proceso de síntesis de proteínas de una forma completamente nueva. Este mecanismo innovador es clave porque, al no parecerse al de los antibióticos tradicionales, las bacterias aún no han desarrollado resistencia frente a este tipo de ataque.
¿Por qué este descubrimiento es tan importante?
La resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud pública mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada vez más bacterias se vuelven inmunes a los medicamentos actuales, lo que hace más difícil tratar infecciones comunes. Se estima que la resistencia a los antimicrobianos está relacionada con hasta 4,5 millones de muertes al año en el mundo. Por eso, encontrar nuevos antibióticos es una prioridad urgente para la ciencia.
En este contexto, el descubrimiento de la lariocidina es especialmente significativo. “Nuestros medicamentos se están volviendo cada vez más ineficaces a medida que las bacterias adquieren mayor resistencia”, explicó Gerry Wright, director del laboratorio que lideró la investigación. “Es una nueva forma de actuar, y un gran salto adelante para nosotros”, añadió el científico en declaraciones recogidas por Nature.
El doctor Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal e integrante del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), también valoró el hallazgo como un avance clave. “Encontrar un compuesto con actividad antimicrobiana con un mecanismo de actuación realmente novedoso constituye un hito en la lucha frente a las bacterias resistentes”, afirmó en diálogo con el Science Media Centre.

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¿Qué ventajas ofrece la lariocidina frente a otros antibióticos?
Además de su novedoso mecanismo de acción, la lariocidina tiene otras características que la hacen especialmente prometedora. En primer lugar, es eficaz contra bacterias Gram-positivas y Gram-negativas, incluso contra aquellas consideradas prioritarias por la OMS por su alta capacidad de resistencia. En segundo lugar, no causa daños en células humanas, lo que indica un perfil de seguridad favorable.
Los ensayos en modelos animales mostraron que este antibiótico experimental fue capaz de tratar infecciones provocadas por Acinetobacter baumannii, una bacteria resistente que representa un gran desafío clínico. Además, los investigadores observaron que la lariocidina no genera fácilmente mutaciones resistentes, lo que podría hacerla más duradera frente a las bacterias.
Cantón destacó que la lariocidina “tiene escasa toxicidad sobre las células humanas y baja capacidad para seleccionar mutaciones resistentes, lo que abre un horizonte óptimo en su posible utilización”. También señaló que los autores del estudio abren la posibilidad de modificar su estructura o encontrar compuestos similares que refuercen aún más su efectividad.