Hace 12 años, en Indonesia, se viralizó el video de un bebé de 18 meses, identificado como Ardi Rizal, fumando alrededor de 40 cigarrillos diarios. El caso fue tan polémico que alarmó al Ministerio de Salud del país, cuyas autoridades intervinieron inmediatamente.
En el clip y las fotos difundidas en YouTube, se podía ver al bebé paseando en su triciclo con sus pañales con total alegría, pero el detalle era que tenía un cigarro en la boca, motivo por el cual se convirtió en tendencia y puso en debate el tema de la salud pública vinculada al consumo de tabaco en el país.
El pequeño Ardi siempre acompañaba a su mamá, identificada como Diana Rizal, a trabajar. Ella se dedicaba a la venta de pescado en la aldea Teluk Kemang, ubicada al sur de Sumatra, una gran isla de Indonesia.
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Fue gracias a su padre que conoció los cigarrillos. Días después de haber cumplido un año, su papá le dio uno y, desde ese momento, Ardi empezó a robar en la plaza de la aldea Teluk Kemang y consumir. Lo sorprendente para varios medios internacionales era cómo un niño sabía usarlo como un adulto.
“Seguía viendo a la gente fumando y se veía delicioso”, confesó Ardi para el medio australiano The Sydney Morning Herald, en una entrevista en el 2017.
Sin embargo, no solo esa adicción causó alarma al Ministerio de Salud, sino también el sobrepeso del menor. Con el fin de dejar los cigarrillos, Ardi prefería alimentarse mucho. “Comía tres muslos de pollo en una comida, tres tazones de bakso (sopa de albóndigas) a la vez, una lata de leche condensada en la mañana y otra en la noche. Si le decía que comiera menos, hacía berrinches y amenazaba con irse. Así que lo dejé comer lo que quisiera. Entonces su peso se salió de control”, declaró su madre a The Sydney Morning Herald.
Los padres fueron tan criticados por el caso y confesaron que intentaron impedirlo, pero la desesperación crecía para Ardi. Comer ya no era suficiente para controlar sus ganas de fumar. “Lo primero que hice fue confiscar los cigarrillos y él hacía una rabieta. Empezó a golpearse la cabeza, (hasta) se apuñaló en la rodilla con un cuchillo”, añadió Diana.
Ante la situación totalmente fuera de control, los padres buscaron ayuda para su hijo. Es así que Ardi empezó sus terapias junto con un psicólogo infantil, el doctor Seto Mulyadi, para dejar la adicción a los cigarros.
Tras un largo proceso de rehabilitación, Ardi Rizal logró dejar la adicción a los cigarrillos. Foto: @itaboraifatoefoco/Instagram
Actualmente, es un niño de 14 años que alerta sobre los peligros que trae consumir cigarros. Su nueva rutina es ir al colegio, donde cursa el nivel primario; alimentarse, siguiendo una dieta estricta a base de pescados y verduras; y promover hábitos saludables.
Su caso continúa siendo tendencia, pero ahora por ser considerado una de las personas más jóvenes en dejar la adicción a los cigarrillos.